Debido a que no hay sonido de J en el idioma hebreo, el prefijo “Je” no existe en el hebreo. La combinación de la palabra “Jesús” no es griega, tampoco es hebrea. En realidad, éste no tiene ningún significado filológico (historia lingüística) en cualquier idioma. Contrariamente, Gabriel le dijo a Miryam/María y a Yosef/ José que el Nombre del Mesías, siendo dado por la más alta Autoridad en los cielos, era especial. Por lo tanto, tiene una específica connotación, un preciso y muy importante SIGNIFICADO. El ángel dijo que a él se le daría este nombre porque “Él salvará a su pueblo de sus pecados.” Los eruditos reconocen que el nombre dado a través de Gabriel, fue el nombre hebreo Yahshua. (Mire una buena biblia de estudio con notas marginales en Mat.1:21 y Luc.1:31 así como los recursos bíblicos mencionados aquí.) “Yahshua” significa “Yahweh es Salvación.”
Se debe de advertir que en cualquier lugar que se dio un mensaje de lo alto, fue para aquellos qué entendían el hebreo, el cual para algunos es llamado la “Lengua Celestial.” De este modo, cuando el ángel le dijo a Yosef/ José, un judío, que el Salvador nacería de Miryam/María, una judía, él debería de llamar al bebe por un nombre especifico, ¡éste nombre difícilmente pudo haber sido un nombre griego-latino como Jesús! Ahora, Cómo llegó el nombre Jesús a nosotros, en vez de Yahshua, a nuestras biblias inglesas o hispanas, es curioso.
El verdadero nombre del Salvador en letras hebreas es como esto: ucwhy. Se leen de derecha a izquierda; como en todos los idiomas semíticos. Su Nombre empieza con una (y) (conocida en las Biblias inglesas como “jot,” Mat.5:18, pero en hebreo es yoth o yod).
Yoth lleva el sonido de i como en máquina. Este sonido “i” es seguido después por una a, la cual es mucho más como un sonido “ah.” Este diptongo es pronunciado “i-ah” o “yah,” el cual es la forma abreviada del Nombre del Padre Celestial “Yahweh.” Y podemos observar esto en el sufijo de “HalleluYah,” que significa (Alabad a Yahweh) y en los nombres de muchos personajes bíblicos tales como: (IsaYah, JeremiYah, ObadYah, ZekhariYah, ZefaniYah, etc.).
Si añadimos a Yah el sufijo “Shua” (que significa Salvación), obtendremos Yahshua, que significa, “la salvación de Yah.”
El idioma hablado en Mat.1:23 es muy claro, fue el hebreo, en donde el Salvador es descrito como Emmanuel, una palabra puramente hebrea que significa “El (Dios) con nosotros,” Y de esta manera, está transliterada para nosotros en ese pasaje.
Usted puede ver por sí mismo que el nombre de su Salvador fue Yahshua, si se dirige al Diccionario Griego de la Concordancia de Strong. Busque el nombre “Jesús” en Strong, el cual muestra que éste primero aparece en Mat.1:1, con la referencia No. 2424. Diríjase al Diccionario Griego (griego, porque esto es en el N.T.) en la parte de atrás en Strong y observe el siguiente registro:
‘Ihsous Iesous, i-e-sus’; de origen hebreo [No. 3091]; Jesús (es decir, Jehoshua), es el nombre de nuestro Señor, y para otros dos o (tres) Israelitas:- Jesús
Según el No. 3091, aprendimos que el nombre del Salvador es de origen hebreo. En la sección hebrea de Strong No. 3091, tiene los caracteres que son transliterados al inglés, y son como siguen:
yhwcwc Yehowshuwa’, yeh-ho-shu’-ah: o yhwcu Yehowshu’a, yeh-ho-shu’-ah del No. 3068 y del No. 3467; Jehová-Salvó; Jehoshua (es decir, Josué), el líder Judío:- Jehoshua, Jehoshuah, (Josué). Compare Nros. 1954, 3442.
En el tiempo del nacimiento de Yahshua, la forma aceptada entre los judíos, no era Yahoshua, sí no más bien la forma abreviada Yahshua. En el A.T., este nombre se deletrea Josué y se encuentra en Num. 13:16 de la Biblia King James y Reina Valera en donde Moisés cambió el nombre de la forma habitual israelita Oshea (u Oseas) a Yahshua. Que es, de salvación o salvador a “Salvación de Yah.”
Muchos libros de consulta están de acuerdo con la confirmación del Diccionario Teológico Kittle del Nuevo Testamento en la pg. 284, en el cuál afirma que el nombre Yahoshua fue reducido después del exilio, a la forma breve de Yahshua.
El hecho de que el Diccionario Griego (No. 2424) envíe a los lectores de regreso a la sección hebrea de la Concordancia de Strong, claramente muestra que el nombre Jesús es el resultado del nombre hebreo Yahshua.
Es más bien dudoso que la derivación Jesús, provenga de la deidad pagana de los griegos “Zeus.” Sin embargo, algunos trazan una relación hacia la “salvación” o “sanación” de Ea-Zeus. Según el Diccionario de la Religión Comparativa (pg. 622), “Los griegos generalmente, identificaban al dios principal de los otros pueblos, con Zeus (p. ej. Amun, Hadad, Yahweh).” Según Bux y Schone, Worterbuch der Antika, referente a “Jesús,” encontramos: “Jesús realmente es adaptado del griego, posiblemente del nombre, de la diosa griega de la sanidad Ieso (Iaso).”
Aunque, alguna evidencia podría concluir que hay una conexión con una deidad griega, es más probable que “Jesús” sea un resultado de un ordinario intento para transliterarlo (convertir el sonido) del hebreo al griego, y del griego al latín, y después al inglés y al español, perdiendo en cada paso, su verdadera vocalización.
La concordancia Analítica de Young tiene una línea para Jesús, la cual se lee: JE’SUS, ‘Ihsous,del heb. uwcy salvador.
Como previamente señalamos, los cristianos primitivos eran ignorantes en el hebreo y negligentes en el idioma de aquellos “detestables judíos.” Por lo tanto, ellos dependieron de la Septuaginta griega (LXX) (Antiguo Testamento) como su fuente principal de información, en vez de ir directamente a los Textos Hebreos.
No estamos libres de rechazar el nombre Yahshua, el verdadero nombre enviado directamente por Yahweh a través del arcángel Gabriel. Tampoco estamos absueltos al llamarlo por el nombre fabricado por el hombre, el greco-latino Jesús.
Confiamos en que usted(es), solicitantemente actuará en esta fundamental verdad y se probará a sí mismo que su verdadero nombre, como le fue dado a la humanidad por la más alta autoridad en el Universo, es Yahshua, “La Salvación de Yah.” Dese cuenta de que cuando usted invoca el Nombre de Yahshua, usted también está invocando el Nombre del Padre, y suplicando al único que puede dar Salvación.
Cuando el ángel le dijo a Yosef/ José, un judío, que el Salvador nacería de Miryam/María, una judía, que él debería de llamar al bebé por un nombre especifico, ¡Ese nombre, difícilmente pudo haber sido un nombre griego-latino como Jesús!
“Adonay Reemplazo el Sagrado Nombre”
Los traductores primitivos que nos dieron la versión Inglesa y española de la biblia, no eran especialistas en el hebreo. Ellos basaron sus entendimientos principalmente, en los Textos
Griegos de la Septuaginta para el Tanakh/Antiguo Testamento, y los existentes Textos Griegos para el Nuevo Testamento. En su mayoría, ellos eran ignorantes en el hebreo y a veces faltos en su conocimiento de la gramática, sintaxis (colocar en orden) y vocabulario hebreo.
Debido a la hostilidad entre los judíos y los soberanos romanos, era una práctica común para los soldados romanos buscar y destruir cualquier texto religioso hebreo, de los judíos y de la misma manera de los creyentes mesiánicos. Inicialmente, los romanos no hicieron ninguna distinción entre judíos y conversos del concilio primitivo, porque su adoración parecía básicamente el mismo. Ambos adoraban todos los sábados, el Shabbath (Día del Reposo) y cumplían con las festividades anuales, ambos leían del mismo pergamino hebreo Tanach/ del Antiguo Testamento en sus estudios y adoración. No fue sino hasta el tercer siglo en que se hico una distinción entre la adoración de los judíos tradicionales y aquellos que aceptaron a Yahshua como el Mesías.
La ignorancia reconocida a los eruditos cristianos primitivos acerca del idioma hebreo, descansan en el origen de la falta de ortografía y en el cambio en el Sagrado Nombre. Los judíos, a menudo, ponían en ridículo y se mofaban de los cristianos que afirmaban ser maestros pero, tartamudeaban en sus esfuerzos por pronunciar una simple palabra hebrea.
Para el tiempo del Mashiyah, la costumbre de no pronunciar el Sagrado Nombre en público por los judíos, llegó a ser un mandato. Esta práctica aparentemente surgió de la advertencia en Levíticos. 24:16, “Y el que blasfeme el nombre de Yahveh, ha de ser muerto; toda la congregación la apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el nombre de Yahveh, que muera”. Al no usar el Sagrado Nombre; uno no podía blasfemarlo y por lo tanto, este no era invocado sino por el Sumo Sacerdote en el día de la expiación. De esta manera, se dispuso en la sinagoga, la costumbre de leer “Adonay” en vez del Sagrado Nombre cuando el Tetragrámmaton (YHVH) aparecía en los textos. La acción lógica, por invocar un substituto en vez de invocar el Nombre; ya que el Nombre no podía ser blasfemado.
En Jeremías. 44:26 leemos otro versículo que suprimió cualquier pronunciación pública del Sagrado Nombre, principalmente, durante el cautiverio. “Por lo tanto, oíd la palabra de Yahveh, toda Judá que habitáis en la tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Yahveh, que mi Nombre no será invocado mas en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo, ‘vive Yahveh Elohim.’”
Esto llegó hacer criticado, especialmente cuando los judíos fueron tomados cautivos por Babilonia. El Salmo 137 relata, que ellos rehusaban cantar las canciones de Sion (usando el nombre de Yahweh) en tierra extranjera, no sea que el Nombre y la adoración estén sujetos a burla por los gentiles. De este modo, la prohibición contra la pronunciación del Sagrado Nombre llegó a ser constantemente defendida y llegó a ser una costumbre difundida, hasta el tiempo en que el Salvador vino a la Tierra
Si bien, los judíos zelotes no invocaban (vocalizaban) el Sagrado Nombre, fue costumbre de ellos escribirlo en las Sagrados Textos, colocando cuidadosamente las vocales de Adonay sobre el Tetragrámmaton, para prevenir al lector no pronunciar el Sagrado Nombre, sino más bien usar “Adonay. ” Los escribas que lo hicieron, no obstante, colocaron el Tetragrámmaton Hebreo (hwhy) en la traducción de la Septuaginta Griega. Los eruditos cristianos no entendieron estas cuatro letras hebreas muy sagradas (hwhy) y las vertieron al griego como pipi; pensando que ésta era el doblamiento de dos letras griegas –pi (pipi) –leídas de izquierda a derecha antes que de derecha a izquierda como en el Hebreo. Cuando aparecía la pronunciación apropiada, ellos insertaban las letras griegas Iao, las cuales difícilmente corresponden a YHVH.
También le pude interesar el tema http://sallomo.es/error-la-jota-los-nombres-hebreos-evolucion-la-iota-jota-alfabeto/