Indice de contenidos
- 1 Masora
- 2 El Texto Consonántico
- 3 Los Puntos
- 4 Valor Crítico de la Masora
- 5 Origen y transmisión
- 6 Período del Segundo Templo
- 7 Período rabínico
- 8 La edad de los masoretas
- 9 Ben Asher y Ben Neftalí
- 10 La Edad Media
- 11 Masorah
- 12 Etimología
- 13 Lengua y forma
- 14 Numerical Masorah
- 15 La fijación del texto
- 16 Enmiendas escribas – Tikkune Soferim
Masora
Traducción textual de la Biblia Hebrea, un registro oficial de sus palabras, consonantes, vocales y acentos. Es dudoso si la palabra apunta al verbo en nuevo hebreo “pasar por debajo” o del verbo que significa “vincular”. La primera indicación se ve en Ezequiel 20,37; la última se debe al hecho de que en la Mishna, el significado principal es “tradición”. Nuestro principal testigo de la Masora es el texto real de manuscritos de la Biblia hebrea. Otros testigos son varias colecciones de Masoras y las numerosas notas marginales dispersas sobre los manuscritos hebreos. Los márgenes superior e inferior y el final del manuscrito contienen las Masoras menores tales como variantes. La mejor colección de Masora es la de Ginsburg, “La Masora compilada de los manuscritos organizados alfabética y léxicamente.” (3 vols. Londres, 1880-85).
Los libros sagrados eran para los judíos un registro y códice inspirado, un medio destinado por Dios para conservar la unidad política y religiosa, y fidelidad a la nación. Era imperativo para ellos mantener dichos libros intactos. Tan temprano como en el siglo I a.C. los copistas eran adiestrados y empleados para establecer el texto hebreo. Todos tenían un solo propósito: copiar, es decir, según el sentido literal de la Masora. Para reproducir su ejemplar perfectamente, transmitir la Masora—sólo ésta y más ninguna era la intención del copista oficial de la Biblia hebrea. Se eludía todo lo nuevo. Hay evidencia de que la Masora arreglaba pronunciaciones falsas siglos antes de la invención de los puntos tales como se ven hoy día en el texto masorético. A veces tales traducciones tempranas como la de Aquila, Teodoción, la Versión de los Setenta y el Peshitto dan evidencia precisamente de la misma pronunciación errónea como se halla en el texto hebreo puntuado de hoy día.
El Texto Consonántico
El hebreo no tenía vocales en su alfabeto. Los sonidos vocales fueron en su mayor parte transmitidos por la tradición. Se usaban ciertas consonantes para expresar algunas vocales largas, las cuales eran llamadas Matres lectionis, porque determinaban la pronunciación. Los esfuerzos de los copistas parecen haberse convertido en más y más minuciosos y detallados en la perpetuación del texto consonántico. Estos copistas (grammateis) fueron llamados al principio Sopherim (del hebreo que significa “contar”), porque, como dice el Talmud, “contaban todas las letras en la Torah (Kiddushin, 30ª). No fue hasta más tarde que se dio el nombre de masoretas a los preservadores de la Masora.
En el período talmúdico (c. 300-500 d.C.) las reglas para perpetuar la Masora fueron sumamente detalladas. Sólo se debían usar pieles de animales limpios para rollos de pergamino y sus ataduras. Cada columna debía ser de igual longitud, no menos de sesenta ni más de ochenta y cuatro líneas. Cada línea debía contener treinta letras, escritas con tinta negra de una hechura prescrita y en las letras cuadradas que fueron los ancestros de las letras del presente texto hebreo. El copista debía tener ante sí una copia auténtica del texto; y no debía escribir de memoria ni una sola letra, ni siquiera una yod—cada letra debía ser copiada del ejemplar, letra por letra. El espacio entre consonantes debía ser del ancho de un pelo, entre palabras, el ancho de una consonante estrecha; entre secciones, el ancho de nueve consonantes; entre libros, el ancho de tres líneas.
Tales reglas numerosas y minuciosas, aunque eran observadas escrupulosamente, no eran suficientes para satisfacer el celo de perpetuar el texto consonántico fijado e inalterado. Se omitían letras que se habían colado subrepticiamente, las variantes e interpretaciones conjeturales se indicaban en el margen interior—palabras “leídas pero no escritas” (Qere), “escritas pero no leídas” (Kethibh), “leídas de una forma pero escritas de otra”. Estas notas críticas marginales continuaron aumentando con el tiempo. Se hizo aún mucho más para fijar el texto consonántico. Se contaban las palabras y letras de cada libro y de cada sección de los veinticuatro libros de la Biblia hebrea; se anotaban las palabras del medio y letras del medio de los libros y secciones. En el Talmud, vemos como un rabino solía importunar a otro con tales asuntos textuales triviales como la yuxtaposición de ciertas letras en ésta o aquella sección, la media sección en la cual estaba ésta o aquella consonante, etc. Los rabinos contaban el número de veces que ocurrían ciertas palabras y frases en los varios libros y en la Biblia completa; y buscaban significados místicos en ese número de veces. En los márgenes superior e inferior de los manuscritos agrupaban varias peculiaridades del texto y redactaban listas alfabéticas de palabras que ocurrían con igual frecuencia—por ejemplo, de aquellas que aparecían una vez con y otra vez sin waw (N. de la T.: sexta letra del alfabeto hebreo). En el Códice Babilonio Petropolitano (916 d.C.) tenemos muchas notas críticas marginales de tales y otras peculiaridades, por ejemplo, una lista de catorce palabras escritas con He final que se deben leer con Waw, y de ocho palabras escritas con waw final, que se deben leer con He. Tales eran algunos de los esmerados medios usados para preservar el texto consonántico de la Masora.
Los Puntos
Los rollos que se destinaban para uso en la sinagoga estaban siempre sin puntuación. Los que estaban para otros usos vinieron con el tiempo a recibir puntos vocales y acentos; estos últimos indicaban la interrelación de las palabras y la modulación de la voz en el cántico público. Un escriba escribía el texto consonántico; otro ponía los puntos vocales y acentos de la Masora. La historia de la vocalización del texto es completamente desconocida para nosotros. Se ha sugerido que la interpretación dogmática claramente llevaba a ciertas puntuaciones; pero es más probable que la pronunciación fuera parte de Masora mucho antes de la invención de la puntuación. El mismo origen de esta invención es dudoso; Bleek lo asigna al siglo VIII (cf. “Introd. al A. T.” I, 109, Londres, 1894). Ciertamente, los puntos no se usaban en tiempos de San Jerónimo; él no conocía nada sobre ellos. La puntuación del texto tradicional estaba seguramente completa en el siglo IX, pues R. Saadia Gaon (m. 942) de Fayum en Egipto escribió tratados sobre ello. La labor de puntuar debe haber continuado por años y haber sido hecha por un gran número de estudiosos que trabajaron conjunta y autoritativamente. Strack (vea “Texto del A. T.”, en Hastings, Dicc. de la Biblia”) dice que es prácticamente cierto que los puntos llegaron a la Masora por influencia siríaca. Los sirios se esforzaron, por medio de esos signos, de perpetuar la vocalización y entonación correcta de su texto sagrado. Sus esfuerzos dieron impulso al celo judío por la vocalización tradicional de la Biblia hebrea. Bleek (Introd. al A.T.”, I, 110, Londres, 1894) y otros están igualmente firmes en que los eruditos hebreos recibieron su impulso de puntuar del método musulmán de preservar la vocalización arábiga del Corán. Es indudable que los estudiosos hebreos fueron influenciados ya sea por la puntuación siríaca o arábiga. Ambas formas y nombres de los puntos masoréticos indican origen siríaco o arábigo. Lo que nos sorprende es la ausencia de cualquier vestigio de oposición a esta introducción a la Masora de puntos que eran decididamente no judíos. Los judíos caraítas nos sorprenden aún más, puesto que durante un breve período transliteraron el texto hebreo a caracteres arábigos.
Por lo menos dos sistemas de puntuación son masoréticos: el oriental y el occidental. El occidental es llamado tiberiano, como la muy famosa escuela de Masora en Tiberias. Prevaleció sobre el sistema oriental y se sigue en la mayoría de los manuscritos así como en todas las ediciones impresas del texto masorético. Por unas bastante complicadas e ingeniosas combinaciones de puntos y guiones, colocados ya sea sobre o debajo de las consonantes, los masoretas representaron fielmente diez sonidos de vocales (las a, e, i, o, u largas y cortas) junto con cuatro medias vocales o Shewas. Estas últimas correspondían a los muy oscuros sonidos ingleses de e, a y o. Los masoretas tiberianos también introdujeron una gran cantidad de acentos para indicar la sílaba tónica de una palabra, la correlación lógica de las palabras y la modulación de la voz en la lectura pública.
El sistema de puntuación oriental o babilónico muestra dependencia del occidental y se halla en muy pocos manuscritos—el principal de los cuales es el Códice Babilonio Petropolitano (916 d.C.). Fue la puntuación de Yemen hasta el siglo XVIII. Los signos vocales están todos sobre las consonantes y se forman a partir de las Matres Lectionis. Los acentos disyuntivos de esta puntuación supra lineal tienen signos como la primera letra de su nombre; zaqueph; tarha. Un tercer sistema de puntuación se ha hallado en dos fragmentos de la biblia descubiertos recientemente en Egipto y ahora en la Biblioteca Bodleiana (cf. Kahle en “Zeitschrift fur die Alttestam. Wissensehaft”, 1901; Friedlander, “Un tercer sistema de símbolos para las vocales y acentos hebreos” en “Revista Trimestral Judía”, 1895). La invención de los puntos aumentó grandemente la obra de los escribas; ahora se dedicaron a listar palabras en vista de perpetuar no sólo las consonantes sino también las vocales. El Códice Babilonia Petropolitano (916 d.C.), por ejemplo, lista dieciocho palabras que comienzan con Lamed y Shewa o Hireq seguidas por Shewa; dieciocho palabras que comienzan con Lamed y Pathah; junto con una lista alfabética de palabras que ocurren sólo una vez.
Valor Crítico de la Masora
Durante el siglo XVII, muchos teólogos protestantes, tales como los Buxtorfs, defendieron el texto masorético como infalible; consideraron que Esdras junto con los hombres de la Gran Sinagoga, bajo la inspiración del Espíritu Santo, no sólo habían determinado el canon hebreo sino que habían establecido para siempre el texto de la Biblia hebrea, sus puntos vocales y acentos, su división en versículos, párrafos y libros. Los críticos textuales modernos valoran la Masora, tales como la Itala y el Peshitto, sólo como uno de los testigos de un texto del siglo II. El texto masorético puntuado es testigo de un texto que ciertamente no es anterior al siglo VIII. El texto consonántico es un mucho mejor testigo; desafortunadamente la traducción de este texto estaba casi absolutamente uniforme. Hubo diferentes escuelas de masoretas, pero sus diferencias nos han dejado muy pocas variantes del texto consonántico (vea Manuscritos de la Biblia. Los masoretas eran esclavos de la Masora y transmitieron uno y sólo un texto. Incluso peculiaridades textuales claramente debidas a error o accidente fueron perpetuadas por rabinos que atormentaron sus cerebros para averiguar las interpretaciones místicas de estas peculiaridades. Letras rotas e invertidas, consonantes que era demasiado pequeñas o demasiado grandes, puntos fuera de sitio—todas esas vaguedades fueron servilmente transmitidas como si fuesen destinadas por Dios y llenas de significado divino
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El texto masorético es el texto autorizado hebreo de la Biblia judía. Mientras que el texto masorético define los libros del canon judío, también define la letra de texto exacto de estos libros de la Biblia, con su vocalización y acentuación conocido como el Masorah. La MT es también ampliamente utilizado como la base para las traducciones del Antiguo Testamento en las Biblias protestantes, y en los últimos años también para algunas Biblias católicas, aunque los ortodoxos orientales siguen utilizando la Septuaginta, ya que tienen que ser inspirado divinamente. En los tiempos modernos los Rollos del Mar Muerto han mostrado la MT sea casi idéntica a algunos textos del Tanaj que datan de 200 aC, pero diferente de los demás.
La MT se ha copiado todo, editada y distribuida por un grupo de Judios conocidos como los masoretas entre los siglos 7 y 10 CE. A pesar de las consonantes difieren poco del texto de aceptación general en el siglo segundo, tiene numerosas diferencias tanto de mayor y menor importancia en comparación con los manuscritos de la Septuaginta, la traducción griega de las Escrituras Hebreas que estaba en uso popular en Egipto e Israel .
La palabra hebrea Mesorah se refiere a la transmisión de una tradición. En un sentido muy amplio que puede referirse a toda la cadena de la tradición judía, pero en referencia al Texto Masorético Mesorah la palabra tiene un significado muy concreto: las marcas diacríticas del texto de la Biblia hebrea y las notas marginales concisas en los manuscritos de la Biblia hebrea, que cuenta detalles textuales, generalmente cerca de la ortografía de los términos.
Los antiguos manuscritos existentes a la fecha del texto masorético de aproximadamente el siglo noveno CE y el Códice de Alepo data del siglo 10.
Origen y transmisión
El Talmud afirma que se mantiene una copia estándar de la Biblia hebrea en la corte del Templo en Jerusalén, en beneficio de los copistas, no se pagaron los correctores de libros de la Biblia entre los oficiales del templo. Esta copia se menciona en la Carta de Aristeas, en los estados de Filón y Josefo.
Otra historia talmúdica, quizá refiriéndose a un estado anterior, se refiere que tres rollos de la Torá fueron encontrados en el atrio del Templo, pero estaban en desacuerdo con los demás. Las diferencias fueron resueltas por decisión mayoritaria entre los tres.
Período del Segundo Templo
El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en Qumran, que data de c. 150 aC-75 CE, muestra sin embargo que en este período no fue siempre la uniformidad escrupulosa de texto que fue tan estresado en los siglos posteriores. Los pergaminos muestran numerosas pequeñas variaciones en la ortografía, tanto como en contra del texto masorético tarde, y entre sí. También es evidente a partir de los notings de las correcciones y de las alternativas variantes que escribas sentían libres de elegir de acuerdo a su gusto personal y discreción entre los diferentes lecturas. Sin embargo, a pesar de estas variaciones, la mayoría de los fragmentos de Qumran se pueden clasificar como estar más cerca del texto masorético que a cualquier otro grupo de textos que ha sobrevivido. Según Shiffman, el 60% puede ser clasificado como de tipo proto-masorético, y un 20% más estilo de Qumran con bases en los textos proto-masoréticos, en comparación con el 5% de tipo proto-samaritano, 5% tipo Septuaginta, y el 10% no alineados. Joseph Fitzmyer señaló lo siguiente en relación con los hallazgos de Qumrán Cueva Cuatro, en particular, “Tales formas recensional antiguas de los libros del Antiguo Testamento dan testimonio de una diversidad insospechada textual que una vez existió; estos textos merecen mucho más estudio y atención de la que se han concedido hasta ahora . Por lo tanto, las diferencias en la Septuaginta ya no se consideran el resultado de un intento pobre o tendenciosa para traducir el hebreo al griego, sino que son testimonio de una forma pre-cristiana diferente del texto hebreo “. Por otro lado, algunos de los fragmentos que se ajusten más precisión al texto masorético se encontraron en la cueva 4.
Período rabínico
El énfasis en los detalles minuciosos de las palabras y la ortografía, ya utilizados entre los fariseos como base de argumentación, alcanzó su apogeo con el ejemplo de Rabí Akiva. La idea de un texto perfecto santificados en su base consonántico se extendió rápidamente a través de las comunidades judías a través de declaraciones de apoyo en la Halajá, Aggada, y el pensamiento judío, y con ello restricciones cada vez más contundentes de que una desviación, incluso en una sola letra sería un rollo de la Torá no válido. Muy pocos manuscritos se dice que han sobrevivido a la destrucción de Jerusalén en el año 70. Este tanto reduce drásticamente el número de variantes en circulación, y le dio una nueva urgencia que el texto debe ser preservado. También se hicieron nuevas traducciones griegas. A diferencia de la Septuaginta, desviaciones a gran escala en el sentido entre la griega de Aquila y Teodoción y lo que ahora conocemos como el texto Masorético son mínimos. Variaciones detalladas entre los diferentes textos hebreos en uso todavía claramente existían, sin embargo, como lo demuestran las diferencias entre el texto masorético actual y las versiones mencionadas en el Talmud y Midrashim menudo incluso halájico basan en ortografía versiones que no existen en el texto masorético actual.
La edad de los masoretas
El texto recibido en curso finalmente alcanzó predominio a través de la reputación de los masoretas, escuelas de escribas y eruditos de la Torá de trabajo entre los siglos 7 y 11, basado principalmente en la Tierra de Israel en las ciudades de Tiberíades y Jerusalén, y en Babilonia. Estas escuelas desarrollaron tal prestigio de la exactitud y de control de errores de sus técnicas de reproducción que sus textos establecen una autoridad más allá de todos los demás. Las diferencias se mantuvieron, a veces reforzada por las diferencias locales sistemáticos en la pronunciación y la entonación. Cada localidad, siguiendo la tradición de su escuela, tenía un códice estándar que contiene sus lecturas. En Babilonia la escuela de Sura difería de la de Nehardea y diferencias similares existen en las escuelas de la Tierra de Israel frente a él en Tiberias, que en los últimos tiempos cada vez más se convirtió en la sede principal de aprendizaje. En este período tradición viva cesaron y los masoretas en la preparación de sus códices seguidos generalmente por una escuela u otra, el examen, sin embargo, códices estándar de otras escuelas y tomando nota de sus diferencias.
Ben Asher y Ben Neftalí
En la primera mitad del siglo 10 Aaron ben Moisés ben Asher y Moshe ben Neftalí fueron las principales masoretas en Tiberias. Sus nombres han llegado a simbolizar las variaciones entre los masoretas, pero las diferencias entre ben Asher y Ben Neftalí no deben ser exageradas. Apenas hay diferencias entre ellos con respecto a las consonantes, aunque difieren más en la vocalización y acentos. Además, había otras autoridades, como el rabino Pinchas y Moshe Moheh y ben Asher y Ben Neftalí menudo están de acuerdo en contra de estos otros. Además, es posible que todas las variaciones se han encontrado entre los manuscritos eventualmente llegaron a ser considerados como los desacuerdos entre estas figuras decorativas. Ben Asher escribió un códice estándar que incorpora sus opiniones. Probablemente ben Neftalí también lo hizo, pero no ha sobrevivido.
Se ha sugerido que nunca hubo un verdadero “ben Neftalí”, sino que el nombre fue elegido para designar una tradición diferente de Ben Asher. Esto es poco probable, ya que no existe una lista de lugares donde ben Asher y Ben Neftalí están de acuerdo con otras autoridades.
Ben Asher fue el último de una distinguida familia de masoretas se remontan a la segunda mitad del siglo octavo. A pesar de la rivalidad de ben Neftalí y de la oposición de Saadia Gaon, el representante más eminente de la escuela babilónica de la crítica, códice de ben Asher fue reconocido como el texto estándar de la Biblia. Ver Aleppo Codex, el Codex Cairensis.
La mayoría de los eruditos seculares concluir que Aaron ben Asher era un Caraíta, aunque no hay evidencia en contra de esta opinión.
La Edad Media
Las dos autoridades rivales, ben Asher y Ben Neftalí, trajeron el Masorah prácticamente a su fin. Muy pocas adiciones fueron hechas por los masoretas posteriores, decoradas en los siglos 13 y 14 Na? Danim, quien revisó los trabajos de los copistas, añade las vocales y acentos y con frecuencia la Masorah.
Influencia considerable en el desarrollo y la difusión de la literatura Masorético fue ejercida durante los siglos XI, XII, y 13 por parte de la escuela franco-alemana de tosafistas. R. Gershom, su hermano Maquir, Joseph ben Samuel Bonfils de Limoges, R. Tam, Menahem ben Pérez de Joigny, Perez ben Elías de Corbeil, Judah de París, Mer Spira, y R. Mer de Rothenburg hicieron Masoretic compilaciones o adiciones a la materia, que son todos más o menos refieren con frecuencia en las glosas marginales de códices bíblicos y en las obras de los gramáticos hebreos.
Masorah
Por tradición, un ritual rollo de la Torá sólo deberá contener el texto consonántico hebreo – se puede añadir nada, nada quitado. Sin embargo, tal vez porque estaban destinados para el estudio personal en lugar de uso ritual, los códices masoréticos proporcionan abundante material adicional, denominado Masorah, para mostrar la pronunciación y la entonación correcta, proteger contra errores de los escribas, y anotar las posibles variantes. Los manuscritos incluyen por tanto los puntos vocales, marcas de pronunciación y acentos de estrés en el texto, anotaciones breves en los márgenes laterales, y ya más extensas notas en los márgenes superior e inferior y se recogen al final de cada libro.
Etimología
La palabra hebrea Masorah es tomado de Ezequiel 20:37 y significa originalmente “traba”. La fijación del texto se considera que está en la naturaleza de un grillete a partir de su exposición. Cuando, en el transcurso del tiempo, la Masorah se había convertido en una disciplina tradicional, el término llegó a ser conectado con el verbo, y adquirió el significado general de “tradición”.
Lengua y forma
El lenguaje de las notas masoréticos es principalmente el arameo, pero en parte hebrea. Las anotaciones masoréticos se encuentran en diversas formas: en trabajos separados, por ejemplo, la oklah nosotros-Oklah, en forma de notas escritas en los márgenes y al final de los códices. En casos raros, las notas se escriben entre líneas. La primera palabra de cada libro bíblico también es por lo general rodeado de notas. Estos últimos se llaman Masorah inicial, las notas en los márgenes laterales o entre las columnas se llaman Masorah pequeña o interior, y aquellos en los márgenes superior e inferior, el Masorah grande o exterior. El nombre de “Gran Masorah” a veces se aplica a las notas dispuestas léxico al final de la Biblia impresa, por lo general llamado Masorah Final, o la Concordancia masorético.
El Pequeño Masorah consiste en breves notas con referencia a las lecturas marginales, a las estadísticas que muestran el número de veces que una forma particular se encuentra en las Escrituras, a la plena y ortografía defectuosa, y para las cartas escritas anormalmente. El Masorah grande es más abundante en sus notas. El Masorah final comprende todas las rúbricas más para que el espacio no se podían encontrar en el margen del texto, y se ordenan alfabéticamente en forma de una concordancia. La cantidad de notas Masorah marginal contiene está condicionado por la cantidad de espacio libre en cada página. En los manuscritos que varía también con la velocidad a la que se pagó el copista y la forma caprichosa que le dio a su brillo.
En la mayoría de los manuscritos, hay algunas discrepancias entre el texto y el Masorah, lo que sugiere que fueron copiados de diferentes fuentes o que uno de ellos haya errores de copia. La falta de este tipo de discrepancias en el Códice de Alepo es una de las razones de su importancia, el escriba que copió las notas, probablemente Aaron ben Moisés ben Asher, probablemente las escribió originalmente.
Numerical Masorah
En la antigüedad clásica, los copistas eran pagados por su trabajo de acuerdo con el número de Stichs. Como los libros de prosa de la Biblia fueron escritos casi nunca en Stichs, los copistas, con el fin de estimar la cantidad de trabajo, tuvieron que contar las cartas. Para el texto masorético, la información estadística más importante también se aseguró la precisión en la transmisión del texto con la producción de las copias posteriores que se hicieron a mano.
De ahí que los masoretas contribuyeron al Masorah numérico. Estas notas se clasifican tradicionalmente en dos grupos principales: el Masorah marginal y la Masorah final. La categoría de Masorah marginal se divide en la Masorah parva en los márgenes laterales exteriores y el Masorah magna, tradicionalmente ubicada en los márgenes superior e inferior del texto.
El Masorah parva es un conjunto de estadísticas en los márgenes laterales exteriores del texto. Más allá de simplemente contar las cartas, el Masorah parva consta de las estadísticas de uso de la palabra, documentación similar para expresiones o cierta fraseología, las observaciones sobre el escrito completo o defectuoso, las referencias a las lecturas Kethiv-Qere y mucho más. Estas observaciones son también el resultado de un apasionado celo para proteger la transmisión precisa de los textos sagrados.
A pesar de que a menudo citado como muy exacta, los masoretic “notas de frecuencia” en el margen de Leningradiensis Codex contienen varios errores.
El Masorah magna, en la medida, es una ampliación Masorah parva. No se imprime en BHS.
El Masorah final se encuentra al final de los libros bíblicos o después de ciertas secciones del texto, como al final de la Torá. Contiene información y estadísticas sobre el número de palabras en un libro o sección, etc
Así es el verso central en el Pentateuco, y todos los nombres de la Divinidad mencionados en relación con Abraham son santos, excepto, diez pasajes del Pentateuco son puntos; tres veces el Pentateuco tiene la ortografía? donde la lectura es . El cotejo de los manuscritos y señalar sus diferencias materiales suministrados con la Masorah Texto Crítico. La estrecha relación que existió en tiempos pasados entre el maestro de la tradición y la Masorete, tanto con frecuencia estar unidos en una sola persona, explica el Masorah exegético. Finalmente, la invención y la introducción de un sistema gráfico de la vocalización y la acentuación dieron lugar a la Masorah gramatical.
La más importante de las notas masoréticos son aquellos que detallan la Kethiv-Qere que se encuentra en el Masorah parva en los márgenes exteriores de BHS. Dado que los masoretas no alterar el texto consonántico sagrado, las notas Kethiv-Qere eran una forma de “corregir” o comentar el texto para cualquier número de razones consideradas importantes por el copista.
La fijación del texto
Los primeros trabajos de los masoretas incluyen normalizar división del texto en los libros, secciones, párrafos, versículos, y las cláusulas, la fijación de la ortografía, pronunciación y entonación, la introducción o adopción final de los caracteres cuadrados con las cinco letras finales; algunos cambios en el texto para protegerse contra la blasfemia y similares; la enumeración de las letras, palabras, versos, etc, y la sustitución de algunas palabras para los demás en la lectura pública.
Dado que no se les permitió adiciones que deban introducirse en el texto oficial de la Biblia, los primeros masoretas adoptaron otros expedientes: por ejemplo, marcaron las distintas divisiones de separación, y dieron indicaciones de enseñanzas halakic y haggadic por escritura completa o defectuoso, formas anormales de letras, puntos y otros signos. Las notas marginales se permiten sólo en las copias privadas, y la primera mención de dichas notas se encuentra en el caso de R. Mer.
Enmiendas escribas – Tikkune Soferim
Fuentes rabínicas tempranas, de alrededor de 200 dC, menciona varios pasajes de la Escritura en la que la conclusión es inevitable que los antiguos lectura debe haber sido diferente de la del presente texto. La explicación de este fenómeno se da en la expresión.
Rabino Simón ben Pazzi llama a estas lecturas “Enmiendas de los escribas”, suponiendo que los escribas realmente hacer los cambios. Este punto de vista fue adoptado por el Midrash más tarde y por la mayoría de los masoretas. En Masoretic trabaja estos cambios se atribuyen a Esdras, a Esdras y Nehemías, a Esdras y Soferim, o bien a Esdras, Nehemías, Zacarías, Hageo y Baruch. Todas estas adscripciones significan una y la misma cosa: que se supone que los cambios que se han hecho por los hombres de la Gran Sinagoga.
El término tikun Soferim ha sido entendido por los diferentes estudiosos de diversas maneras. Algunos lo consideran como una corrección del lenguaje bíblico autorizado por la Soferim fines homiléticas. Otros lo toman en el sentido de un cambio mental, hecha por los escritores originales o redactores de la Biblia, es decir, este último se redujo de poner por escrito un pensamiento que algunos de los lectores de esperar que se expresen.
Las Enmiendas asumidas son de cuatro tipos generales:
- La eliminación de expresiones impropias utilizados en referencia a Dios; por ejemplo, la sustitución de para en ciertos pasajes.
- Salvaguardia del Tetragrammaton, por ejemplo, sustitución de “Elohim” para “YHVH” en algunos pasajes.
- La eliminación de la aplicación de los nombres de dioses paganos, por ejemplo, el cambio del nombre “Isbaal” a “Is-boset.”
- La protección de la unidad del culto divino en Jerusalén.Entre los términos técnicos más antiguos utilizados en relación con las actividades de los escribas son los mikra Soferim y ittur Soferim. En las escuelas gueónicas, el primer término se tomó para significar ciertas vocales-cambios que se hicieron en las palabras en pausa o después del artículo, y la segunda, la cancelación de algunos pasajes de la “vav” conjuntivo, donde tuvo por algún estado erróneamente leer. La objeción a esta explicación es que los primeros cambios entrarían en la cabeza general de fijación de la pronunciación, y el segundo bajo el título de Qere y Ketiv. Varias explicaciones han, por lo tanto, han ofrecido por los antiguos y modernos estudiosos, sin embargo, tener éxito en el suministro de una solución completamente satisfactoria.Hay cuatro palabras que tienen una de sus cartas suspendidas por encima de la línea. Uno de ellos, se debe a una alteración de la salida original de la reverencia por Moisés, en lugar de decir que el nieto de Moisés se convirtió en un sacerdote idólatra, se insertó una carta monja suspendido convertir Mosheh en Menashé. El origen de los otros tres es dudosa. Según algunos, se deben a las cartas majuscular equivocadas; según otros, que son posteriores inserciones de consonantes débiles omitidos originalmente.Cartas invertidasEl conjunto principal de monjas invertidas se encuentra alrededor del texto de Números 10:35-36 – La Mishná señala que este texto es de 85 letras de largo y de puntos. Esta delimitación de este texto conduce a la utilización posterior de las marcas de monja invertidas. Saúl Lieberman demostró que marcas similares se pueden encontrar en los textos griegos antiguos, donde también se usan para denotar “textos cortos. Durante la época medieval, las monjas fueron invertidos realmente insertados en el texto de las biblias rabínicas tempranas publicados por Bomberg en el siglo 16. El Talmud registra que se pensaba que las marcas que rodean Números 10:35-36 para indicar que este texto escrito 85 no estaba en su lugar.El texto de la carta 85 también se dice que es denotado por ser el modelo para el menor número de letras que constituyen un “texto” que se estaría obligado a salvar del fuego debido a su santidad.La historia de la Masorah se puede dividir en tres periodos: periodo creativo, desde su inicio hasta la introducción de los signos vocálicos período reproductivo ;), desde la introducción de los signos vocálicos de la impresión de la Masorah; período crítico, desde 1525 a el tiempo presente.Estudio críticoAl lado de Ibn Adonías el estudio crítico de la Masorah ha sido más avanzada por Elías Levita, que publicó su famoso “Massoret ha-Massoret” en 1538 – Los “Tiberias” del anciano Buxtorf hizo investigaciones de Levita más accesible a un público cristiano. El octavo prolegómeno a Biblia Políglota de Walton es en gran parte archauff de los “Tiberias”. Levita compiló asimismo una gran concordancia masorético, “Sefer ha-Zikronot”, que aún se encuentra en la Biblioteca Nacional de París inédito. El estudio está en deuda también con R. Mer b. Todros ha-Levi, quien, ya en el siglo 13, escribió su “Sefer Massoret Seyag la-Torah”, a Menahem Lonzano, que compuso un tratado sobre la Masorah del Pentateuco titulado “O Torá”, y, en particular, Jedidiah Norzi, cuyo “Min? a Shai” contiene valiosas notas masoréticos basado en un estudio cuidadoso de los manuscritos.Algunas ediciones importantes
- Ha habido muchas ediciones publicadas en el Texto Masorético, algunas de las más importantes:
- Los Rollos del Mar Muerto han arrojado nueva luz sobre la historia del texto masorético. Muchos textos encontrados allí, especialmente los de Masada, son muy similares al Texto Masorético, lo que sugiere que un antepasado del Texto Masorético fue realmente existente ya en el siglo segundo antes de Cristo. Sin embargo, otros textos, como muchos de los de Qumran, difieren sustancialmente, lo que indica que el texto masorético no era más que uno de un conjunto diverso de los escritos bíblicos. Se encontró entre los libros rechazados por ambos los cánones judaicos y católica el Libro de Enoc, el Manual de Disciplina o “Regla de la Comunidad” y “La Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas”. .
- Jacob ben Hayyim ibn Adonías, después de haber recopilado un gran número de manuscritos, sistematizó su materiales y organizó la Masorah en la segunda edición Bomberg de la Biblia. Además de introducir el Masorah en el margen, compiló en el cierre de su Biblia una concordancia de las glosas masoréticos por la que no podía encontrar habitación en una forma marginal, y ha añadido una introducción elaborada – el primer tratado sobre la Masorah jamás producido. A pesar de sus numerosos errores, este trabajo ha sido considerado por algunos como el “Texto Recibido” del Masorah, y fue utilizado para la traducción en Inglés del Antiguo Testamento de la Versión Reina Valera de la Biblia del Rey.
- Los materiales para la historia de la primera época se encuentran dispersos observaciones en la literatura talmúdica y el Midrash, en los tratados post-talmúdico Masseket Sefer Torá y Masseket Soferim, y en una cadena de masorético de la tradición que se encuentra en Di ben Asher? Du? E ha-? e’amim, 69 y en otros lugares.
- Historia de la Masorah
- Bar Kappara considera la Torá que conocemos como compuesta por siete volúmenes en la Guemará “Los siete pilares de la sabiduría con la que construyó su casa son los siete libros de Moisés”. Génesis, Éxodo y Levítico y Deuteronomio como los conocemos, pero los números eran realmente tres volúmenes de números separados 1:01-10:35 seguido Números 10:35-36 y el tercer texto de allí hasta el final de los números.
- En nueve pasajes de la Biblia son las señales encontradas generalmente llamadas “monjas invertidas”, porque se asemejan a la letra hebrea nun escrita de alguna manera invertida. La forma exacta varía entre los diferentes manuscritos y ediciones impresas. En muchos manuscritos, una monja invertida se encuentran-denomina hafucha monja por los masoretas. En algunas ediciones impresas anteriores, se muestran como la monja norma al revés o giradas, ya que la impresora no quería molestarse en diseñar un personaje para ser utilizado sólo nueve veces. Las recientes ediciones eruditas del Texto Masorético muestran la monja invertida según lo descrito por los masoretas. En algunos manuscritos, sin embargo, otros símbolos se encuentran de vez en cuando en su lugar. Estos se refieren a veces en la literatura rabínica como simaniyot.
- En quince pasajes de la Biblia, algunas palabras son estigmatizados, es decir, los puntos aparecen encima de las letras. La importancia de los puntos está en disputa. Algunos sostienen que sean marcas de supresión, mientras que otros creen que señalar que en algunos manuscritos cotejados las palabras estigmatizadas faltaban, por lo tanto, que la lectura es dudosa, mientras que otros sostienen que todavía no son más que un recurso mnemotécnico para indicar explicaciones homilética que los antiguos habían conectadas con esas palabras, por último, algunos sostienen que los puntos fueron diseñados para evitar la omisión por copistas de elementos de texto que, a primera vista o después de la comparación con los pasajes paralelos, parecían ser superfluo. En lugar de puntos algunos manuscritos presentan golpes, vertical o bien horizontal. Las dos primeras explicaciones son inaceptables por la razón de que tales lecturas son defectuosos podrían pertenecer a Qere y Ketiv, que, en caso de duda, la mayoría de los manuscritos decidiría. Los últimos dos teorías tienen la misma probabilidad.
- Cartas suspendidos y palabras de puntos
- Mikra y ittur
- Daniel Bomberg, ed. Jacob ben Hayyim ibn Adonías, 1524-1525, Venecia
- La segunda Biblia Rabínica sirvió de base para todas las ediciones futuras. Este fue el texto original utilizado por los traductores de la versión King James en 1611 y la Nueva Versión King James en 1982.
- Everard van der Hooght, 1705, Amsterdam y Utrecht
- Esto era prácticamente una reimpresión de la edición Athias-Leusden de 1667, pero al final tiene variantes tomadas de un número de ediciones impresas. Ha sido muy apreciado por su excelente y claro tipo, pero no hay manuscritos fueron utilizados en su elaboración. Casi todas las Biblias hebreas siglo 18 y 19 fueron reimpresiones casi exactas de esta edición.
- Benjamin Kennicott, 1776, Oxford
- Además del texto van der Hooght, esto incluía el Pentateuco Samaritano y una enorme colección de variantes de manuscritos y ediciones impresas primeros, mientras que esta colección tiene muchos errores, sigue siendo de algún valor. La colección de variantes fue corregido y ampliado por Johann Bernard de Rossi, pero sus publicaciones sólo dio las variantes sin un texto completo.
- Lobo Heidenheim, 1818, Frankfort del Meno
- Esta edición incluye los cinco libros de Moisés, Haftarot y Megillot. Tenía muchas diferencias con respecto a las ediciones anteriores de las vocales, notas y lay-out, con base en la comparación de manuscritos antiguos y una corrección de erratas basado en el análisis de los principios gramaticales. Hubo amplias notas textuales que justifican todas estas alteraciones. Heidenheim también divide cada lectura sábado semanal en siete secciones, ya que no había habido una considerable variación en la práctica acerca de dónde hacer las divisiones, y sus divisiones son aceptados en casi todas las comunidades Ashkenazi. Samson Raphael Hirsch utilizar este texto en su comentario, y se convirtió en el texto estándar en Alemania. Fue reimpreso con frecuencia allí, de nuevo sin las notas de texto, hasta la Segunda Guerra Mundial, y la edición de Jack Mazin es una copia exacta.
- Meir Letteris, 1852, 2 ª edición, 1866
- La edición de 1852 fue otra copia de van der Hooght. La edición de 1866, sin embargo, se comprobó cuidadosamente con antiguos manuscritos y ediciones impresas temprana. Es probablemente el texto más reproducida de la Biblia hebrea en la historia, con muchas decenas de reimpresiones autorizadas y muchos otros más pirateadas y no reconocida.
- Seligman Baer y Franz Delitzsch, 1869-1895
- Christian David Ginsburg, 1894, 2 ª edición, 1908-1926
- La primera edición fue muy cerca de la segunda edición Bomberg, pero con variantes añadido de una serie de manuscritos y todas las primeras ediciones impresas, cotejados con mucho más cuidado que el trabajo de Kennicott, él hizo todo el trabajo él mismo. La segunda edición se separaron un poco más de Bomberg y recopiló más manuscritos, que hizo la mayor parte del trabajo por sí solo, pero delicado estado de salud lo obligó a depender en parte de su esposa y otros asistentes.
- Biblia Hebraica, las dos primeras ediciones, 1906, 1912, prácticamente idéntica a la segunda edición Bomberg pero con variantes de fuentes hebreas y las primeras traducciones de las notas al pie
- Biblia Hebraica, tercera edición basada en el Códice de Leningrado, 1937
- Umberto Cassuto, 1953
- Norman Snaith, 1958
- Snaith basó en manuscritos sefardíes, como el Museo Británico Or. 2626-28, y dijo que él no había confiado en Letteris. Sin embargo, se ha demostrado que debe haber preparado su copia mediante la modificación de una copia de Letteris, porque si bien hay muchas diferencias, tiene muchos de los mismos errores tipográficos como Letteris. Impresora de Snaith incluso fue tan lejos como para romper las vocales impresas para que coincida con los personajes rotos en Letteris. Snaith combina el sistema acento Letteris con el sistema que se encuentra en los manuscritos sefardíes, los patrones de acentuación, creando así en ningún otro lugar en ningún manuscrito o edición impresa.
- Proyecto de la Universidad Hebrea, Biblia, 1965 –
- Iniciado por Moshe Goshen-Gottstein, esto se desprende del texto del Códice de Alepo, donde existente y de lo contrario el Códice de Leningrado. Incluye una gran variedad de variantes de los Rollos del Mar Muerto, Septuaginta, la literatura rabínica temprana y selección de manuscritos medievales tempranos. Hasta ahora, sólo Isaías, Jeremías y Ezequiel se han publicado.
- La Biblia Koren por Koren Publishers Jerusalén, 1962
- El texto se derivó mediante la comparación de un número de Biblias impresas, y después de la mayoría cuando hay discrepancias. Fue criticado por Moshe Goshen-Gottstein: “el editor de la Biblia Koren – que puso ningún reclamo a la experiencia en cuestiones masoretic … buscó la ayuda de tres expertos, quienes sufrieron de la misma falta de experiencia masoretic … Básicamente, la edición Koren es apenas una edición como la de Dotan, pero otra repetición del material preparado por ben Hayim. “
- Aron Dotan, basado en el Códice de Leningrado, 1976
- Biblia Hebraica Stuttgartensia, revisión de Biblia Hebraica, 1977
- Mordechai Breuer, basado en el Códice de Alepo, 1977-1982
- The Jerusalem Crown, 2001: se trata de una versión revisada de Breuer, y es la versión oficial que se utilice en la inauguración del Presidente de Israel
- Biblia Hebraica Quinta, revisión de Biblia Hebraica Stuttgartensia; volúmenes publicados hasta ahora son: Cinco Megilloth, Esdras y Nehemía