Los judíos fueron llevados cautivos a Babilonia en tres etapas.
La primera deportación tuvo lugar en el cuarto año del Rey Joacim. Era el primer año del reino del Rey Nabucodonosor de Babilonia (2ª Crónicas 36:5-7), Yermiyah 25:1. Este acontecimiento sucedió alrededor del año 605 AEC.
La segunda deportación tuvo lugar en el séptimo año del reino del Rey Nabucodonosor de Babilonia (Yermiyah 52:28). En ese tiempo, 3.023 personas fueron llevadas a Babilonia. En el octavo año del reino del Rey Nabucodonosor, Yahrushalayim fue arrasada (2ª Melajim 24:10-12) 6 10.000 personas fueron llevadas cautivas a Babilonia (2ª Melajim 24:14) junto con el Rey Joaquín. Este acontecimiento está en 2ª Melajim 28:8-14. Sucedió alrededor del 597 AEC. La ciudad de Yahrushalayim fue arrasada hasta el año undécimo del reinado del Rey Sedequías (2ª Melajim 25:1-2).
La tercera deportación ocurrió en el año diecinueve del reinado del Rey Nabucodonosor. Esto sería en el año undécimo del reinado del Rey Sedequías. Yahrushalayim y el Templo (Beit HaMikdash) fueron destruidos en este tiempo (2ª Melajim 25:8-11). Este acontecimiento tuvo lugar en el año 586 AEC.
El Dios de Israel dijo al profeta Yermiyah que la cautividad en Babilonia sería por 70 años (Yermiyah 25:1, 11). Los 70 años de exilio le sucedió a Israel por no haber guardado el año sabático para la tierra (Vayikrá 25:1-4; 2ª Crónicas 36:20-21).
Al final de los 70 años de cautividad en Babilonia, Ciro, Rey de Persia, derrotará a Babilonia y permitirá a los judíos (casa de Yahudah) que regresen a Yahrushalayim para reedificar el Templo (Beit HaMikdash) (2ª Crónicas 36:22-23; Esdras 1:1-3; 5:13-14); Yermiyah 29:10; Daniel 9:2).
Ciro dio un decreto en 538 AEC. La construcción del Templo comenzó dos años más tarde (Esdras 3:8) en el 536 AEC.
Los judíos (casa de Judá) no volvieron a la tierra de Israel como un pueblo corporativo después de los 70 años de cautividad en Babilonia. Solamente un remanente. Los judíos (casa de Yahudah) que volvieron del exilio de Babilonia lo hicieron en tres etapas.
La primera etapa fue bajo Ciro, Rey de Persia. Esto se encuentra en Esdras capítulos 1-6. Los dirigentes de Israel fueron Zerubabel y Yahoshua. Pero ellos tuvieron dificultades (Esdras 4:3-5; 5:2). Beit HaMikdash fue reedificado después de un período de tiempo (Esdras 6:14-15). Herodes agrandó y embelleció este Templo (Yohanan 2:18-20).
Desde la primera deportación al principio de la reedificación del Beit HaMikdash pasaron 70 años (605 AEC – 536 AEC). El Beit HaMikdash (Templo) fue destruido en el 586 AEC. El Beit HaMikdash fue terminado en el sexto año del reinado de Darío, Rey de Persia (Esdras 6:14-15). Esto haría que la terminación tuviera lugar en el año 516 AEC. Desde el tiempo en que el Beit HaMikdash fue destruido hasta el tiempo en que el Templo fue reedificado, pasaron 70 años.
La segunda etapa del retorno de la cautividad está en Esdras 7. Esto sucedió en el séptimo año del reinado de Artajerjes, Rey de Persia (Esdras 7:1-7). Esto tendría lugar en el 458 AEC. Tantos como quisieran podían volver de Babilonia de acuerdo al decreto del Rey Artajerjes en Esdras 7:11-13). El número de los que volvió fue de 1.758 (Esdras 8:1-20).
La tercera etapa del regreso de la cautividad, está en el libro de Nehemías. Los judíos comenzaron a volver en el vigésimo año del reinado del Rey Artajerjes (Nehemías 2:1). Esto tendría lugar en el año 444 AEC. Los que retornaron están enumerados en Nehemías 7. Un decreto dado por el Rey Artajerjes para reedificar el Templo en el vigésimo año, se encuentra en Nehemías 2:1-8; 5:14.
Desde el mandamiento para restaurar y reedificar el Templo (Nehemías 2:1-8; 5:14) que fue en el año 444 AEC hasta la muerte del Mashíaj Yahoshúa fue profetizado que serían 69 semanas o 483 años. Esta profecía fue dada por Daniel.
En Daniel 9:1-4, 20-26, está escrito:
“En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló el Señor al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a YHWH Elohim, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a YHWH mi Elohim e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos…Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante del Señor mi Dios por el monte santo de mi Dios; aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión. Setenta semanas [490 años] están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y setenta y dos semanas ; y se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones”.
El Mashíaj Yahoshúa fue crucificado y colgado sobre un madero, 69 semanas después del mandamiento de restaurar y reedificar Yahrushalayim exactamente según la profecía que fue dada por Daniel. Cuando el Mashíaj entró en la ciudad de Yahrushalayim durante la semana última de Su vida, Él lloró sobre la ciudad, porque no habían conocido el “día de su visitación”. En Lucas 19:37-38, 41-44, está escrito:
“Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Elohim a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Elohim paz en el cielo, y gloria en las alturas!…Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearan con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el día de tu visitación”.