El ser humano al nacer no trae conceptos culturales, religiosos, sociales o ideológicos en su memoria ni en sus genes, estos conceptos se aprenden a lo largo de la vida; aprendemos la cultura, la religión, las tradiciones, las ideas y mucha otras cosas que se adquieren en el entorno donde nos movemos. Por ello al considerar nuestras creencias debemos preguntarnos si ellas son el producto de la verdad o simplemente es un concepto aprendido de memoria por la tradición, adquirida en nuestra cultura. Seguramente el fanatismo religioso no permitirá al hombre buscar desapasionadamente la verdad, pero creemos que por medio del estudio profundo de la historia y de los escritos antiguos, analizado con objetividad, podemos llegar a la verdad.
Al estudiar los escritos de la antigüedad debemos tener en cuenta que de acuerdo al interés que ellos despierten en el hombre así serán tratados, es decir el concepto preconcebido y los intereses personales harán que estos sean interpretados de determinada forma, produciéndose así su manipulación y adulteración consciente o inconsciente. Lógicamente las Escritura no escapan a éste tratamiento
Los estudiantes sinceros de las Escrituras deben comprender que desde el tiempo en que estas se escribieron hasta nuestros días ha pasado mucho tiempo y han existido muchas luchas religiosas que durante tiempo han dominado el pensamiento religioso de la sociedad humana, es por ello que al estudiar las escrituras debemos ser amantes de la verdad y no de un concepto aprendido, del cual no existen certezas de que sea verdad.
Las Escrituras han sido traducidas por representantes de las religiones existentes, las cuales tienen una particular forma de comprenderlas e interpretarlas de acuerdo a sus intereses partidistas o por crasa ignorancia. Ya en el libro de Yirmiyahu, escrito unos setecientos años antes de la E.C. se dice: “¿Cómo pueden ustedes decir que son sabios y que tienen la Toráh de HaShem? ¡Si los cronistas, con pluma mentirosa, la han falsificado!” Yirmiyahu 8:8
La Biblia que ha llegado hasta nosotros es un libro traducido, bien sea por católicos o protestantes, cada uno con su teología e interpretación dogmática, lo cual no hacen confiable sus traducciones. Pero, Baruj HaShem, hoy podemos conocer con más certeza cosas que nuestros antepasados ignoraron.
Entre las muchas manipulaciones de los escritos antiguos está la adulteración y transformación del nombre del Mashiyah de Israel. Muchas personas creen que la palabra Jesús es la traducción correcta del nombre de Rabenu, quienes así piensan, seguramente desconocen que el nombre de Rabenu es hebreo y se pronuncia Yahshúa, primeramente debemos saber que este no es un nombre exclusivo, sino que por el contrario era común en los tiempos bíblicos, y al ser traducido al español se tradujo como Josué, por ello preguntamos, ¿si el nombre Yahshúa se traduce al español como Josué, porque el nombre del Maestro que es el mismo de la antigüedad se traduce como Jesús? ¿No debería traducirse como Josué igual que como se traduce el nombre de otros personajes de las Escrituras? ¿Por qué se cambió la traducción normal?
Repetimos, muchas personas esta convencidas que el nombre Jesús es una traducción exacta del Nombre de Rabenu Yahshúa de Natzrat, sin embargo esta premisa es falsa ya que la traducción correcta de su nombre al griego sería Ιοσυα (Ioshua) traducido al español como Josué. Este error se produce por desconocimiento del idioma original de las escrituras y por desconocer la manipulación histórica a la que se sometió el nombre de nuestro Maestro por parte de los judíos que no aceptaron que Él era el Mashiyah de Israel.
Todo estudioso del idioma hebreo sabe que nombre Yahshúa se escribe en heb. יהשוע y en arm. Yahshúa, ישוע esta palabra viene de la raíz ישע yasha, cuyo significado es salvación, liberación, ayuda, victoria, términos estos que los yehudim no podían aplicar Yahshúa por no considéralo como Mashiyah
El nombre “Jesús”, con el cual el Cristianismo se refiere al personaje histórico Yahshúa, se originó de la traducción del mal llamado Nuevo Testamento griego donde aparece ‘Ιεσους Iesous’. Según Strong (Nº 2424) ‘Ιεσους Iesous’ viene del hebreo (Nº 3091) ‘Yahshúa ’, y en la LXX , los nombres Josué y Jesús aparecen como ‘Ιοσυα (Ioshua), de manera que no hay razón para traducir el nombre de uno Josué y el de otro Jesús.
Sin embargo el texto hebreo claramente muestra que el nombre es Yahshúa יהשוע no Yéshu, ישו esto lo muestra cuando dice: “llamarás su nombre Yahshúaיהשוע porque él yashia יושיע liberará…etc.” El nombre Yéshu ישו no tiene conexión alguna con yashia, יושיע por lo tanto los traductores ignorando esto y los copistas posteriores se vieron obligados a escribir: “llamarás su nombre Yeshú”a ישו”ע porque él yoshia יושיע liberará… para de alguna forma dejar ver la conexión en las letras hebreas que se oscurece si su nombre hubiese sido Yéshu. Esta variación de nombres es parte de la tradición expresada en el escrito paradójico Toldot Yeshu (500 – 1000 E.C.) donde se dice que su nombre era Yahshúa pero luego cambió a Yéshu. El nombre ישוע es la forma aramea del nombre hebreo יהשוע Yahoshúa, como se muestra en las Escrituras: Zejaryáh 6:11-12: יהוצדק יהשוע בן Yahoshúa Ben Yehotzadaq. El mismo personaje en Ezra 5:2: Yashúa Bar Yotzadaq. יוֹצָדָק בַּר יֵשׁוּעַ Sh’mot 17:8: נוּן בִּן יְהוֹשֻׁעַ Yahshúa Bin Nun. El mismo personaje en Nejemyáh 8:17: נוּן בִּן יֵשׁוּעַ Yeshúa Bin Nun.
El hecho de que el nombre יהשוע Yahshúa haya sido cambiado por Yeshu ישו se debe a que al transcribir el texto hebreo, los copistas bajo el rechazo del Mashiyah según la enseñanza de los rabinos, se siguió la mala tradición de llamar a Yahshúa con el nombre de ‘Yéshu’.
Para la opinión de muchos este nombre se le dio a Rabenu puesto que la palabra yashua ישוע significa salvador, el nombre Yahshúa (en Arameo Yashua) raramente aparece en el talmud. Casi siempre se lo abrevia a Yeshu, ישו empleándolo maliciosamente como una roshé tevot, es decir un acróstico o una formula formada con iniciales de la frase י Ymmash ו SHeino ש Vzikro, lo cual se traduce “Qué su nombre y memoria sea borrado”
Así, los Yehudim, que no aceptan que Yahshúa es el Mashiyah de Israel, entre ellos no dicen Yahshúa, ישוע para referirse a Rabenu sino que le quitan la última letra de la palabra para que se lea yeshu, ישוcasi tan similar a las palabras de esta maldición. Yeshu Sheker (Mentiroso) U’toeba (y abominación)
Cuando se tradujo el Keter hebreo al griego, los traductores encontraron la palabra Yahshúa o Yashua y tomaron la palabra Yeshu utilizada por los rabinos para referirse al Maestro, pensando que esa era la traducción de su nombre y lo llamaron Ιεσους Iesous’ y en latín Iesu y luego se vertió este nombre al español como Jesús .
Así que hay que considera que en El gr. Ιεσους Iesous refleja la contracción arm. ישו Yeshu el cual es diferente de la palabra yashua ישוע Nejenyah. 3.19,) la cual significa, “salvación”, (B’midbar. 13.8; D’varim. 32.44.)
El nombre del Mashiyah es Yahshúa יהושע)) su nombre y la palabra ‘yashuá’ ישוה)) tienen el mismo valor, porque ambos tienen la misma esencia; la frase; si quieres salir miyad Sheol (“del poder de la muerte” Hoshea 13.14, tiene el mismo valor de Yahoshúa. Sin lugar a dudas, Él es el remedio para ello ¡sigue sus enseñanzas, que te llenarán haQdosháh y de la Ruach ha Kódesh
¿Cómo llamarás al Maestro de ahora en adelante?