por Rebecca Denova, traducido por Francisco Soto
publicado en 04 febrero 2022
Los esenios fueron una secta judía que surgió en el siglo II a. C. y estableció la comunidad de Qumrán. Se enfocaban en la pureza ritual, copiaban libros de las escrituras judías y escribían comentarios sobre los libros de los profetas. Creían que la historia estaba predestinada y su teología apocalíptica daba lugar a una visión del mundo polarizada entre el bien y el mal.
Orígenes
La rebelión macabea de los judíos del año 167 a. C. expulsó a los ocupantes griegos y estableció un reino independiente de Israel. La familia de los Asmoneos (que lideró la rebelión) combinó el cargo de rey con el de sumo sacerdote en el Templo de Jerusalén. No todos estaban contentos con el gobierno asmoneo. Los reyes en Israel debían ser de la tribu de David, Judá, y el sumo sacerdote debía descender de Sadoc, el primer sumo sacerdote en el reinado de Salomón; los asmoneos no podían reclamar ninguno de los dos linajes.
Este es el período en el que encontramos pruebas de lo que los expertos denominan sectarismo judío. Varios grupos de judíos formaron sectas dentro del conjunto religioso. Todos estaban de acuerdo en los fundamentos de la ley de Moisés y los libros de los profetas. La diferencia predominante era la capacidad de vivir en esta cultura griega, ahora cosmopolita, y aun así conservar los rasgos de identidad y las tradiciones únicas de los judíos. El grupo conocido como los esenios era uno de los más opuestos al gobierno asmoneo, así como al funcionamiento del Templo en ese periodo.
El nombre «esenio» sigue siendo un debate problemático entre los estudiosos; la palabra en sí no aparece en los manuscritos esenios, sino solo en los escritos externos al grupo. Aquí encontramos «essaios», sin explicación, pero puede indicar «santidad» o «cumplidores de la Torá (la ley de Moisés)».
Fuentes
LOS ESENIOS SON DESCRITOS COMO UNA COMUNIDAD SEPARADA AL NORTE DEL OASIS DE EIN GUEDI EN LAS ORILLAS DEL MAR MUERTO (QUMRÁN).
Las principales fuentes acerca de los esenios provienen del filósofo judío Filón de Alejandría (20 a. C. – 50 d. C.), del militar romano Plinio el Viejo (23-79 d. C.) en su Historia Natural, y del historiador judío Flavio Josefo (36-100 d. C.). Los esenios son descritos como una comunidad separada al norte del oasis de Ein Guedi, a orillas del Mar Muerto (Qumrán). Todos los escritores afirman que estos esenios eran célibes.
Las principales fuentes para el estudio de los esenios son La Guerra de los Judíos (75 d. C.) y Antigüedades Judías (94 d. C.) de Josefo. En estas obras, Josefo describió las diversas sectas judías como «filosofías de los judíos». A partir de los detalles de Josefo, podemos resumir lo siguiente con respecto a los esenios:
- Alrededor del año 150 a. C., un «maestro justo» sin nombre, en oposición a los Asmoneos, llevó a sus seguidores al desierto y estableció una comunidad en Qumrán. En sus documentos, el maestro justo y sus seguidores fueron perseguidos en Jerusalén.
- Los esenios también vivían en pueblos y ciudades, donde sus miembros contraían matrimonio. Había una comunidad en Jerusalén; una de las puertas de entrada a la ciudad era conocida como la Puerta de los Esenios en el siglo I.
- Los miembros tenían un período de iniciación de tres años (adoptado posteriormente por los cristianos) y hacían hincapié en los rituales con agua del bautismo, y la restauración de la pureza. En Qumrán, pudieron instalar un número sorprendente de cisternas y canales de agua en el lecho de roca para estos rituales.
La mayoría de los miembros de Qumrán se dedicaban a copiar los libros de las escrituras judías y a escribir comentarios sobre los profetas y los libros apócrifos. Los detalles de la vida comunitaria se escribieron en La Regla de la Comunidad y El Documento de Damasco (Pacto de Damasco). Al ingresar, las posesiones personales y la riqueza acumulada se compartían con todos los miembros, según las necesidades. En relación con el concepto de celibato, al igual que «esenios», la palabra equivalente a celibato no aparece en los escritos de Qumrán. El cementerio de Qumrán fue excavado en la década de 1950, donde se descubrieron 43 esqueletos, algunos de los cuales eran mujeres y niños. Sin embargo, la práctica de reutilizar los cementerios significa que algunos de ellos podrían ser también de antiguos beduinos. La excavación de las tumbas restantes se ha detenido en Israel debido a las críticas de los rabinos por la profanación de las tumbas de estos muertos.
La cosmovisión apocalíptica de los esenios
La teología de los esenios se describe como apocalíptica, del griego apokalypsis, una «revelación de conocimiento oculto o secreto». Al reflexionar sobre los desastres nacionales (las invasiones extranjeras) de la nación de Israel, los Profetas de Israel habían predicho que Dios intervendría en la historia humana una vez más, en los días finales. En ese momento, Dios establecería su reino en la tierra. Con los continuos desastres, primero por la ocupación griega y luego por Roma, muchos judíos pidieron a Dios que cumpliera sus promesas lo más pronto posible.
LOS ESENIOS ENTENDÍAN TODO DENTRO DE LA POLARIDAD DEL BIEN O DEL MAL.
La literatura de esta época incluía a videntes que tenían experiencias extracorporales en las que eran llevados a recorrer el Cielo y en las que se les mostraban los secretos de los últimos días, generalmente por ángeles. Como parte de la teología y la práctica esenia, se separaron de la mayoría de los judíos para esperar la intervención final de Dios. Aunque replicaban muchas de las enseñanzas de los profetas, los puntos de vista de los esenios eran más radicales en el sentido de que todo se entendía dentro de la polaridad del bien o del mal, lo que se hace evidente en los siguientes aspectos del pensamiento esenio:
- Dualismo cronológico y dualismo ético
- La convicción de que la historia está predestinada
- La demonización de las demás personas
Para los esenios, la historia se dividía entre la actual era malvada y una futura era de perfección. La era en la que vivían se consideraba tan completamente malvada, que solo una intervención violenta por parte de Dios podría restaurarla. La humanidad se dividía en dos bandos opuestos: los hijos de las tinieblas y los hijos de la luz (los esenios pertenecían a estos últimos). Dado el estado actual del mal, pensaban que los justos debían apartarse y evitar la interacción con todos los infieles.
Los esenios creían que, por muy bien intencionados que fueran, los esfuerzos humanos no podrían evitar el desastre que se avecinaba ni influir en Dios para que cambiara de opinión. No había tiempo para el arrepentimiento; el destino de una persona ya estaba determinado. También desarrollaron un proceso conocido como la demonización de todas las personas que no estaban de acuerdo con los esenios. Su literatura contiene algunas de las primeras polémicas, al afirmar que el resto de la humanidad (incluyendo otros judíos) se encuentran bajo la influencia de agentes del Diablo.
La literatura apocalíptica era la forma de articular la crítica social y política. La crítica a los gobiernos existentes equivalía a la traición. Por lo tanto, los escritos apocalípticos utilizaban alegorías y símbolos, pero muchas personas y sus comunidades tenían la clave para comprenderlos. Por eso no se nombra a los gobernantes y sumos sacerdotes contemporáneos en los documentos. También da a tales escritos una libertad interpretativa ilimitada, de modo que pueden aplicarse a cualquier época.
Los esenios pudieron mantener sus visiones apocalípticas y su estilo de vida hasta la Gran Revuelta Judía del 66 d. C. Algunos participaron en la guerra contra Roma, quizá viendo esto como la batalla final. Juan el Esenio figura como general en Galilea y algunos pueden haber estado entre los zelotes en la resistencia final en Masada. Una legión del ejército romano masacró a la comunidad de Qumrán en el año 68 d. C.
Los Manuscritos del Mar Muerto
Los Manuscritos del Mar Muerto son los escritos recopilados que fueron descubiertos en las cuevas cercanas a Qumrán en 1946 por un pastor árabe que llevó varios de los manuscritos a un anticuario del mercado negro de Belén. Cuando los fragmentos y pergaminos salieron al mercado, se distribuyeron a un equipo internacional de expertos para su traducción y conservación. Incluyen 225 textos bíblicos, copias de textos apocalípticos más antiguos, sus propias visiones apocalípticas, manuales, comentarios, himnos, oraciones y maldiciones. Los manuscritos están etiquetados según el número de la cueva en la que se encontraron (4Q, 11Q, etc.). La datación por carbono y la paleográfica, junto con las monedas, indican que provienen de un periodo de tiempo de aproximadamente entre el 135 a. C. al 68 d. C.
Al principio, la emoción del descubrimiento de los pergaminos anticipó cualquier información sobre Jesús o las comunidades del cristianismo primitivo. No han sobrevivido escritos contemporáneos de la época de Jesús. Jesús de Nazaret fue también un profeta apocalíptico, y los pergaminos confirman que ideas similares eran comunes en el siglo I d. C. Sin embargo, el descubrimiento más importante está en la transmisión de los libros bíblicos. Antes del descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto, las copias más antiguas de las Escrituras hebreas eran los textos masoréticos del siglo X d. C. Ahora tenemos manuscritos mil años más antiguos, que confirman la cuidadosa transmisión textual de este material a lo largo del tiempo. En otras palabras, lo que leemos ahora en las escrituras judías son copias fiables de los documentos originales.
En 1953, los pergaminos se depositaron en el Museo Rockefeller de Jerusalén Este, entonces bajo la autoridad de Jordania. La financiación limitada y las prácticas de restauración primitivas contribuyeron al deterioro de algunos de los pergaminos. Al mismo tiempo, muchos de los documentos asignados a los expertos internacionales aún no se habían publicado. En su defensa, muchos de los fragmentos estaban en mal estado; los fragmentos de la Cueva 11 (que suman 15 000) tuvieron que ser primero rearmados como un rompecabezas.
En 1991, gracias a los esfuerzos de Herschel Shanks, editor de Biblical Archaeology Review, así como de muchos otros expertos, la Autoridad de Antigüedades de Israel se hizo cargo de la posesión y autoridad sobre los pergaminos, que ahora se conservan en un museo especial, el Santuario del Libro de Jerusalén. Todos los pergaminos y fragmentos existentes están ahora disponibles en libros y en internet.