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Mat 24:27 VIN: “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
Mat 24:28 Porque donde se juntan los buitres, allí es donde está el cadáver.
Mat 24:29 “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz. Las estrellas caerán del cielo y los poderes del cielo se conmoverán.
Mat 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en ese tiempo se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran majestad.
Mat 24:31 Él enviará a sus mensajeros con un gran toque de trompeta para reunir a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
La Parusía o Presencia
La palabra griega “PAROUSÍA” es un sustantivo al que le corresponde el verbo “PÁREIMI” que designa el hecho concreto de “estar ahí” o de “haber venido”, así es como la define el Diccionario Teológico del Nuevo testamento, vol. III pág. 299. Otras definiciones tienen que ver con la expresión “estar al lado de” compuesta de la preposición PA.RÁ (al lado de) y OUSÍA (hallarse o estar).
La comparación que se hace de la “PAROUSÍA” en Mateo 24:37-39 con los “días de Noé” queda patente de que esta palabra significa “PRESENCIA”.
El Léxico Griego -Inglés de Liddell y Scott, p. 1343, da como una primera definición de PAROUSÍA la palabra inglesa presence, traducida al español como “presencia”.
La palabra PAROUSÍA aparece 24 veces en las Escrituras Griegas, a saber, en Mt 24:3, 27, 37, 39; 1Co 15:23; 16:17; 2Co 7:6, 7; 10:10; Flp 1:26; 2:12; 1Te 2:19; 3:13; 4:15; 5:23; 2Te 2:1, 8, 9; Snt 5:7, 8; 2Pe 1:16; 3:4, 12; 1Jn 2:28.
La palabra PAROUSÍA, “presencia”, difiere de la palabra griega ÉLEUSIS, “venida”, que aparece una sola vez en el texto griego, en Hch 7:52, como ELÉUSEOS, en latín ADVÉNTU traducida al español como “ADVENIMIENTO”.
Acerca del significado de la palabra PAROUSÍA, Israel P. Warren, D.D., escribió en su obra The Parousia, Portland, Maine (1879), pp. 12-15: “Nosotros con frecuencia hablamos del ‘segundo advenimiento’, la ‘segunda venida’, etc., pero las Escrituras nunca hablan de una ‘segunda Parusía’. Fuera lo que hubiera de ser su naturaleza, era algo particular, que nunca antes había sucedido, y nunca habría de suceder de nuevo…”
Bauer, en su Léxico en la pág. 630, declara que pa·rou·sí·a “llegó a ser el término oficial para una visita de una persona de alto rango, esp [ecialmente] de reyes y emperadores que visitaban una provincia”.
¿Qué dicen los diccionarios sobre la palabra PAROUSÍA?
DICCIONARIO DEL N.T. DE W.E.VINE EN ESPAÑOL: PAROUSÍA
(παρουσία, G3952), lit.: presencia (para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. Por ejemplo, en una carta sobre papiro una dama habla de la necesidad de su parousia en cierto lugar a fin de atender algunos asuntos relacionados con su propiedad allí. Pablo habla de su parousia en Filipos (Phi_2:12; en contraste a su apousia, su ausencia; véase AUSENCIA). Otras palabras denotan la llegada (véanse eisodos y eleusis, encima). Parousia se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de la transfiguración (2Pe_1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el arrebatamiento de su iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2Pe_3:4). En otros, es el curso del período lo que es prominente (Mat_24:3,37; 1Th_3:13; 1 Joh_2:28); en otros la conclusión del período (Mat_24:27; 2Th_2:8). También se usa esta palabra del Inicuo, del hombre de pecado, de su acceso al poder y de sus actos en el mundo durante su parousia (2Th_2:9). Además de Phi_2:12 (véase más arriba), se usa de la misma manera del apóstol, o de sus compañeros (1Co_16:17; 2Co_7:6,7; 10.10; Phi_1:26); y del día de Dios (2Pe_3:12).
Nota: Para un tratamiento más pleno de parousia, vease Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 87, 88.
William Edwy Vine vivió desde 1873 a 1949 siendo un erudito en griego, educador, editor, pastor en la Iglesia Manvers Hall en Bath por 40 años, y autor de diversas obras. Escribió los volúmenes de los “Últimos Tiempos” y “La Parousía”. Vine enseñó que la PAROUSÍA no puede ser traducida del todo y que esta (PAROUSÍA) comenzaría con el “rapto de la Iglesia”, (Cuando los creyentes fueran reunidos en el aire) y culminaría con la manifestación gloriosa de Cristo (Ver Introducción del publicador del Vine´s Expository, ed. 1981, y W.E. Vine “Su Vida y Ministerio2, Oliphants Ltd, London, 1951).
Diccionario W. BERCLAY:
PAROUSIA G3952
LA VENIDA DEL REY
La palabra griega parousia se ha naturalizado en castellano como vocablo técnico para significar la segunda venida de Cristo. El uso de esta palabra en el griego secular contemporáneo del NT es extremadamente interesante.
(I) En el griego clásico, significa simplemente la “presencia” o “venida” de personas o cosas. Puede usarse en frases como la “presencia” de amigos o la “presencia” de desgracias. Un hombre jura, en presencia de los hermanos y los pastores, cumplir cierto deber. Muy a menudo, Pablo usa parousia en este sentido simple y no técnico. El apóstol se regocija con la parousia, la “venida”, de Estéfanas (1 Co. 16:17); se consuela con la parousia de Tito (2 Co. 7:6); exhorta a los filipenses a ser tan obedientes en su ausencia como lo habían sido durante su parousia con ellos (Fil. 2:12). Los corintios le dicen el improperio de que, por muy duras que sean sus cartas, su parousia corporal es débil (2 Co. 10:10).
(II) Pero, característicamente, en el NT, parousia es la palabra que significa la segunda venida de Cristo (Mt. 24:3, 27, 37, 39; 1 Ts. 2:19; 3:13; 4:15; 5:23; 2 Ts. 2:1, 8, 9; Stg. 5:7, 8; 2 P. 1:16; 3:4, 12; 1 Jn. 2:28). Estudiemos su uso secular contemporáneo del NT, para ver qué clase de imagen dirigía las mentes de los primeros cristianos.
En los papiros y en el griego helenista, parousia es la palabra técnica que se usaba respecto de la venida de un emperador, de un rey, de un gobernador, y, en general, de una persona importante, a la ciudad o a la provincia. Tal visita requería una serie de preparativos. Por ejemplo, se imponían tributos para regalar al rey una corona de oro. Con motivo de la visita de Ptolomeo Soter a la villa de Cerceosiris, debían recogerse ochenta artabes de maíz. La venida de un rey exige siempre que todo esté a punto para recibirle.
Posteriormente, una de las costumbres más comunes de las provincias consistía en datar una nueva era a partir de la parousia del emperador. Esto es lo que hizo Cos respecto de la parousia de Cayo César (4 d. de J.C.) y Grecia respecto de la parousia de Adriano (124 d. de J.C.). Un nuevo tiempo comenzaba con la venida del rey.
Otra práctica común era acuñar monedas para conmemorar la visita del rey. Conocemos los viajes de Adriano merced a esta costumbre. Cuando Nerón visitó Corinto, se imprimieron monedas para conmemorar su adventus, su adviento, que es la palabra latina equivalente a la griega parousia. Es como si con la venida del rey hubiera brotado una nueva serie de valores. Parousia se utilizaba a veces respecto de la invasión de una provincia por un general. Así es como se usa cuando, por ejemplo, Asia fue invadida por Mitrídates. En estos casos, parousia describe la entrada en escena de un nuevo poder conquistador.
Finalmente, parousia expresaba la visita de un dios. Por ejemplo, Esculapio, dios de la sanidad, visitaba y sanaba en su templo a los enfermos que iban hasta él. En el sentido político, la parousia del rey, del gobernador o del emperador, significaba a menudo la ocasión de hacer peticiones y de enderezar entuertos. Aquí la palabra describe una visita curadora y correctiva.
Reteniendo en mente todo lo dicho, vayamos al NT y veamos cómo se usa parousia en él.
(I) Se utiliza como la base de la demanda de conservar inmaculada nuestra vida para la venida del Rey, debiendo hacerse toda clase de preparativos (1 Ts. 3:13; 5:23; 1 Jn. 2:28).
(II) Se utiliza como una razón para la paciencia (Stg. 5:7, 8). La venida del Rey se acerca y él corregirá los abusos.
(Ill) Se habla de la parousia como digna de desear y de orar por ella (2 P. 34, 12). R. L. Stevenson cuenta de un vaquerizo que decía no hastiarse de su trabajo tan poco atractivo porque “el que tiene algo en el más allá no necesita aburrirse”. El que espera a Cristo tiene ese algo más.
Deissmann dice que la palabra expresa precisamente el texto: “He aquí tu Rey vendrá a ti” (Zac. 9:9; Mt. 21:5). El cristiano es uno que aguarda a un Rey.
DICCIONARIO STRONG EN ESPAÑOL:
G3952
παρουσία parousía; del presente part. De G3918; estar cercar, i.e. adviento (a menudo, retorno; espec. de Cristo para castigar a Jerusalén, o finalmente a los malos); (por impl.) fís. Aspecto:-advenimiento, presencia, venida.
DICCIONARIO. GRIEGO -ESPAÑOL de PAPLO ESCUAIN, pág.390.
“El uso bíblico de la palabra PAROUSÍA permite una comprobación de que realmente “está ahí” o que “ha venido”, y se usa para traducir la idea de que alguien asiste personalmente a un lugar o que llega, o que es enviado, cuando se hace presente la persona enviada”
Significado y uso bíblico de la palabra PAROUSÍA
El apóstol Pablo distingue entre su “ausencia corporal y su “presencia” en espíritu, añadiendo al verbo PÁRAIMI el PNEÚMATI (ESPÍRITU).
Si el estar presente (gr. PARÓN) por sí mismo tuviera el sentido espiritual de invisibilidad, no hubiera añadido Pablo las palabras “en espíritu” (Gr. DÉ TÓ PHEÚMETI) Aquí Pablo no da una idea de presencia invisible, sino que utilizó el significado literal de la misma al decir: “Aunque ausente en cuerpo ·estoy ahí· y aclara diciendo: “En espíritu” ” (1 Corintios 5:3)
En todos los lugares donde Pablo usa el término PAROUSÍA en relación con el mismo, (2 Cor. 10:2, 11; 11:9; 13:2; Gálatas 4:18,20) se refiere a su presencia personal literal.
Otros pasajes bíblicos también conllevan el uso del verbo PÁREIMI, y la palabra se refiere a la persona humana y visible como por ejemplo la PAROUSÍA o PRESENCIA de Estéfanas, Fortunato, Acaico, Tito y el mismo Pablo (1 Corintios 16: 17; 2 Corintios 7: 6, 7; 10:10; Filipenses 1: 16; 2:12)
Por tanto la palabra griega PAROUSÏA no se refiere única y exclusivamente a una presencia invisible, también puede referirse a la visible. Podemos tratar de forzar el significado literal de la palabra pero los hechos probados bíblicamente con los textos que se dan, demuestran la realidad de los asuntos.
Debemos admitir que existen otras expresiones griegas que pueden denotar invisibilidad aunque se emplee el verbo “ver” y una de esas expresiones la encontramos en Mateo 24:30 cuando dice allí: “…verán al Hijo del Hombre” (heb: Ben Ha Adam). El verbo HORAO empleado aquí en griego es vertido en español en la mayor parte de las traducciones por el verbo “VER” de modo literal y no simplemente por la palabra “DISCERNIR” una cosa o persona. Pero debemos decir con honestidad que el verbo griego HORAO es defectivo, lo cual significa que no existe en todos los tiempos y que verbos de otras raíces tienen que usarse a fin de suplementar la idea de ver. Esto es cierto del tiempo futuro y también del tiempo aoristo. Así Liddell y Scott en su Léxico griego-inglés muestra que HORAO significa no solo ver a simple vista sino también percibir, observar y metafóricamente, de vista mental, discernir, percibir.” (Ed.1948, págs. 1244 y 1245.)
La segunda venida del Mashiyah sera manifestada para todos los habitantes de la tierra
Siendo Mashiyah un espíritu, y ya sabemos que un espíritu no tiene carne y sangre, entendemos que su venida puede ser manifestada por señales externas que indican también la llegada o venida, de ahí que su (Parousia) descrita en Mateo 24:27, sea comparable metafóricamente a un Relámpago que aparece (gr. PHAÍNETAI) de un extremo al otro o “hace aparecer”, dar luz y resplandecer” (Diccionario Expositivo de Palabras del N. T. de W. E. Vine) hasta las partes occidentales.
En Mateo 24:27 se habla de la Venida conectándola a la salida de un relámpago que sale y resplandece para ser visto y que sirve de señal inequívoca de la tormenta. Esto parece indicar que con la vista humana las gentes verán las manifestaciones exteriores, físicas y lumínicas que son indicativas de la llegada del Mashiyah y metafóricamente hablando se puede decir que “Todo ojo lo verá” debido a su extensividad en los cielos físicos del planeta y por tanto indicación de que él ha venido a la batalla, como indica también Apocalipsis 1: 7.
¡Cómo relámpagos visibles a gran distancia! La venida de Mashiyah no será un acontecimiento secreto o imaginario!
Mateo 24: 30 no parece indicar que la expresión “verán” sea solamente de exclusividad a solo aquellos que tengamos visión espiritual necesaria para detectar su PRESENCIA, aquí está bien claro que son “TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA” trátese de las tribus literales de Israel en toda la diáspora o bien de toda la humanidad en general.
Si pretendiésemos que solamente un grupo exclusivo de seguidores del Mesías disciernan de manera espiritual su PRESENCIA y LLEGADA mediante señales no se estarían cumpliendo las palabras de TODA TRIBU DE LA TIERRA “VERÁ”. Los acontecimientos y fenómenos celestes que acompañan la llegada del Mesías para traer juicio se ven en los versículos que preceden al verso 30 de Mateo 24, allí en el versículo 29 se habla del período posterior a la tribulación y se señalan fenómenos celestes que todo el mundo podrá visualizar y sentir antes de ver incluso la magnificencia y gloria del que viene en las “nubes” de YAHWEH -la expresión aquí nubes de YAHWEH es indicativa de las denominadas “nubes del cielo”-.
Existe una expresión de HORAO en griego en el texto de Romanos 1:20 que algunas traducciones vierten por “SE VEN” y otras por “PERCIBEN” pero el contexto se refiere a discernir o percibir, dado que se trata aquí de las cualidades invisibles de Elohim, percibidas mediante las cosas “Visibles” igual que en el contexto de Mateo 24: 29 y 30 que se distingue a Mashiyah llegado por las manifestaciones de fenómenos celestiales jamás contemplados.
Algunas personas argumentan que solamente los que tienen discernimiento “VEN” a Yahshúa pero en Apocalipsis 1:7se indica que sus enemigos también lo “VEN” y ellos no disciernen de manera espiritual. Sea con ojos literales o no, el asunto es que al tiempo debido de su venida final para recoger a los suyos, como indica el versículo 31, toda la tierra sabrá que es Yahoshúa quien está interviniendo en los asuntos mundiales directamente trayendo su juicio divino.
En el mismo pasaje de Mateo analizado y después de la palabra HORAO (VERÁN) aparece la expresión griega ERKJÓMENON que se traduce por “VINIENDO”. El término griego ERKHOMAI es el acto de venir en sí mismo y está relacionado con REVELACIÓN en 2 de Tesalonicenses 1:7 y 10 que también es traducido por APARICIÓN y por eso lo que Mateo llama PAROUSÍA, Lucas lo sustituye por “REVELACIÓN” (Mateo 24:3,27, 37-39; Lucas 17:26-30)
Así en Lucas 17:30 dice al final: “el Hijo del Hombre la de ser REVELADO”. ¿Significa entonces que la Revelación de Yahshúa como Hijo del Hombre “APAREZCE” de modo visible?, debemos esperar y ver los acontecimientos finales, pero todos sabemos ahora que un relámpago resplandece para ser visto físicamente por la gente. En Mateo 24: 27 se emplea el término griego PHAÍNETAI que significa “HCER APARECER”, “DAR LUZ” o “RESPLANDECER” (Dimisionario Expositivo de Palabras del N. T. de W. E. Vine) por tanto la señal de la “PRESENCIA” que le preguntaron los talmidim a Yahshúa en Mateo 24: 3 es muy visible a los ojos humanos igual qué un relámpago dicha señal aparece, da a luz y resplandece. Esto no significa que Mashiyah regresa con su mismo cuerpo que el que tuvo cuando su primera venida, ya sabemos que ahora posee un cuerpo glorioso de espíritu igual al Padre, su anterior cuerpo lo dio una vez para siempre como dice Hebreos 10:10 en sacrificio. El entregó su vida perfecta en sacrificio, el derecho que tenía a disfrutar de esa vida perfecta y para siempre y que la sacrificó en bien de la humanidad como RESCATE a cambio de la vida perfecta que Adán perdió para nosotros.
Su cuerpo de carne y sangre era símbolo de ese sacrificio, lo visible, lo palpable. El que Mashiyah dijese en Juan 6: 51 que el “Pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo” no significa que si vuelve visiblemente con un cuerpo glorioso de espíritu que vuelva a recuperar su sacrificio de Rescate,, al contrario, su sacrificio fue UNA SOLA VEZ Y PARA SIEMPRE, su validación ya fue consumada (Hebreos 10:10) Pero suponer que Mashiyah no pueda volver de modo visible es un razonamiento de poco peso y muy pueril, además suponer la anulación de la potestad de Yahshúa en cuanto a sus poderes divinos para tomar un cuerpo como lo hizo en el pasado. Tal argumento es muy contrario a la verdad bíblica revelada, ya que después de resucitar en espíritu glorioso si tomó cuerpos haciéndose visible en diferentes ocasiones y lugares (Lucas 24: 16, 36-43; Juan 21:6-13)
Así dar su cuerpo a favor de la humanidad o ser “hecho vivo en el espíritu”, no significó para Yahshúa el no poder tomar un cuerpo visible. En Juan 16:10 no significa que los discípulos no lo contemplarían más a su Señor de modo absoluto, ya que como se ve en el registro de los evangelios si lo contemplaron después de resucitado en diversas ocasiones. El que fuera hecho “vivo en el espíritu” no le hizo perder su derecho y la posibilidad de materializarse en cuerpo humano visible a los discípulos. En Juan 14: 19 Yahshúa se refería a su muerte por eso el mundo no le volvería a contemplar en su condición de ser terrenal. Lo que no hay nada en este pasaje que determine que al tiempo de su PAROUSÍA O REVELACIÓN esta misma situación perduraría.
Es de interés como se describe la ascensión de Yahshúa a los cielos dentro de una NUBE en Hechos 1:9-11. Cuando los ángeles preguntaron a los apóstoles: “¿Por qué están de pie mirando al cielo?” ¿Estaban describiendo la “FORMA” (Gr. MORFÉ) en que fue al cielo, o la “MANERA” de marchar Yahshúa al cielo?, ellos lo habían visto irse con sus ojos físicos, `por eso miraban hacia arriba, y de esa misma manera (griego: TRÓPOS) los ángeles dijeron que VENDRÍA. Fue una nube lo que ocultó de sus ojos a Yahshúa, y esa misma “NUBE” será la que lo REVELE tal y como Juan dijo: “¡Miren! viene con las NUBES, y todo ojo le verá” (Apocalipsis 1: 7)
Mateo también hizo una indicación sobre lo mismo diciendo: “Verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las NUBES del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30) ¿Será este VER solo en sentido espiritual? ¿Lo será físico también? No creemos que los que lo traspasaron tengan las actitudes espirituales para ver o discernir su PAROUSÍA ni siquiera los que tengan las actitudes semejantes a los que le dieron muerte en el madero.
Como hemos visto, la Venida (Parousia) del Señor implica su llegada y vendrá como dice la Escritura, “Como Ladrón” sin avisar de imprevisto.
El comprender que esa PRESENCIA corresponde también a su llegada culminando con su REVELACIÓN y el ministerio de Sus ángeles, nos lleva a comprender con facilidad algunos de los 24 lugares donde aparece el término PAROUSÍA y sus implicaciones.
Cuando la llegada suceda entonces -dice Pablo- , realmente, “será revelado el desaforado, a quien el Señor Jesús eliminará por el espíritu de su boca” y, “reducirá a nada por el poder de la MANIFESTACIÓN de su PRESENCIA ” (2 tesalonicenses 2:8). En efecto, el sistema de vida actual malvado será aniquilado definitivamente. Pero aún queda un hecho importante descrito en 1 tesalonicenses 4: 15-17. Allí se habla de sobrevivientes hasta la PRESENCIA del Señor, o sea, los que sobrevivan hasta la PRESENCIA o que estén con vida después de su llegada serán “ARREBATADOS” junto con los resucitados en NUBES al encuentro del Señor en el AIRE. ¿Cómo ha de entenderse este pasaje?
El secreto nos lo muestra Pablo otra vez en 1 Corintios 15:51 y 52 donde muestra que durante la última trompeta” los muertos resucitarán incorruptibles y los que no se han dormido en la muerte serían CAMBIADOS o Transformados en sus cuerpos pero estando vivos. El texto de Pablo no deja lugar a dudas para entender otra situación diferente de lo que es la expresión “dormirse en la muerte”. No hay duda de que esta expresión “dormirse en la muerte” es morirse pero no se habla aquí de cuerpos que desaparezcan o mueren físicamente, sino de cuerpos vivos y visibles que se “transforman” para poder ser arrebatados en el aire. Esta situación coincide y ocurre durante la “ULTIMA TROMPETA” y esto sin duda es significativo ya que Mateo 24: 31 describe la situación diciendo: ” Y él Yahshua/Jesucristo enviará a sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y ellos reunirán a los escogidos de él desde los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta su otro extremo”.
Este RECOGIMIENTO se produce en el futuro, sucede durante “la última trompeta” se recoge a los escogidos al tiempo de la “PRESENCIA de CRISTO”. Ha de tenerse en cuenta que otros pasajes similares nos hacen comprender mejor la secuencia de los acontecimientos., pasajes como Marcos 13: 27 y Mateo 24:31 pues se menciona allí el “GRAN SONIDO DE TROMPETA” algo muy audible físicamente que sirve de ANUNCIO. Por último, el descenso de Yahshúa ha Mashiyah, para recibir a sus elegidos, nos recuerda nuevamente el relato de mateo 25:31-33. Si lo dicho por Mateo sucede en el futuro, lo mismo lo dicho por Pablo también. Si la llegada de Mashiyah con sus santos ángeles o su REVELACIÓN es futura, el descenso del Señor Yahshúa con “trompeta de Dios”, también.
El especular de manera insistente, obsesiva y permanentemente, acerca del tiempo de la segunda Venida de Yahshua (Jesucristo) no es más que una Blasfemia, porque el que así especula está tratando de hurtarle a Dios Secretos que solo Le pertenecen a Él, el mismo Jesús había dicho claramente que nadie sabía el día, ni la hora cuando se produciría, ni siquiera El mismo, sino solo El Padre. Mateo 24:36, no podemos estar buscando conocimientos que no poseía ni El propio Yahshua Ha Mashiyah (Jesucristo). Nuestro deber es prepararnos y esperar. El día y la hora de tal acontecimiento, pertenece saberlo solo a YAHWEH.