Indice de contenidos
- 1 La industrialización, urbanización y el crimen
- 2 El FBI Informes Uniformes de Crímenes
- 3 La evidencia de los estudios a largo plazo: En los Estados Unidos
- 4 La evidencia de estudios a largo plazo: El caso de Francia
- 5 El impacto de la “Ley de Tuchman”
- 6 Los Estados Unidos:
- 7 Francia:
- 8 Finlandia:
- 9 Suecia:
- 10 El miundo:
NUNCA ANTES en la historia ha habido tantas noticias informativas. Y los medios de comunicación como la TV, la radio y los periódicos parecen estar más preocupados con las malas noticias. Cada persona todos los días consigue que su mente sea inundada con una dosis concentrada de las últimas miserias y los males en diferentes partes del mundo.
“Después de absorber las noticias del día”, noten a la historiadora Bárbara Tuchman: “Uno espera enfrentarse a un mundo que consiste enteramente de huelgas, crímenes, fracasos de poder, tuberías de agua principales rotas, trenes descarrilados, escuelas cerradas, atracadores, drogadictos, neonazis, y violadores… Esto me ha llevado a formular la Ley de Tuchman, como sigue: ‘El hecho de ser informado multiplica la aparente magnitud de cualquier desarrollo deplorable de cinco – a diez.’ “1
No hay duda que esta “Ley de Tuchman” explica por lo menos parcialmente el sentimiento de tantos, que el mundo de hoy día está peor que nunca antes y la humanidad hoy día se enfrenta mundialmente a un aumento sin precedente de maldad. El crimen creciente es aún otra gráfica que se utiliza como otra evidencia para demostrar que estamos en los últimos días por algunos expositores de las profecías. En el libro, Good Bye, Planet Earth (“Adiós, Planeta Tierra”), del autor Adventista del Séptimo Día Robert Pierson dice:
… nosotros somos testigos de la peor epidemia de maldad que la raza humana haya experimentado alguna vez. Nuestras ciudades están asediadas con violaciones, asesinatos, motines, saqueo, e incendios. (Página 3)
Luego en la misma publicación (página 50) el autor de este movimiento milenarista cita del testimonio de la fallecida líder Adventista Elena G. White, donde ella escribió:
“La condición de las cosas en el mundo muestran que los tiempos turbulentos están sobre nosotros… Robos intrépidos ocurren frecuentemente. Las huelgas son comunes. Robos y asesinatos se cometen en todas partes. Hombres poseídos de demonios están quitándoles las vidas a hombres, mujeres, y niños pequeños. Los hombres se han infatuado con el vicio, y toda clase de mal prevalece.” (Vol.9, Pág. 11)
El factor interesante es que aquí Elena White escribió estas palabras hacen más de 75 años y el cuadro que ella pintaba entonces sobre el crimen (aproximadamente para el 1910) es ciertamente igual de oscuro como el relatado por los protagonistas actuales en sus declaraciones sobre el fin de los tiempos. El crimen con frecuencia se muestra en las publicaciones del movimiento milenarista de la Sociedad Watchtower, la cual intenta darle las más grandes proporciones posibles, siendo que la Sociedad explica las palabras de Jesús sobre un futuro “aumento del desafuero” (Mateo 24:12, TNM) como una descripción más de la supuesta “señal compuesta”, del cumplimiento que sólo se ha visto a partir desde el 1914. Así la revista de este grupo milenarista La Atalaya del 15 de septiembre de 1983, en las páginas de la 5 a la 7, declara que después de la Primera Guerra Mundial: “empezó a haber un aumento de desafuero en escala mucho mayor que la que se había visto”, y que ahora la humanidad ha visto: “claramente que desde 1914 ha habido un aumento del desafuero de una magnitud sin precedente en cualquier período de la historia”. Evidentemente los editores de esta revista del movimiento milenarista confía que el lector no tendrá dificultad aceptando estas declaraciones, porque toda discusión sobre la magnitud del desafuero en el pasado se evade en su totalidad, y a ningún historiador, criminólogo, o cualquier otra autoridad se le cita para dar apoyo a sus interpretaciones. Este movimiento Milenarista parece dar por seguro que el desafuero en el pasado fue algo bastante trivial comparándose al de nuestro tiempo. Por ejemplo, otra cita de su revista del 1º de noviembre de 1983 indica que los incidentes que salían en las primeras noticias sobre los robos combinados con asesinato son rasgos únicos en su clase de algo en nuestro siglo:
Hubo un tiempo en que los ladrones solo se llevaban objetos de valor. Ahora quitan la vida a cualquier persona también. (Página 5)
Tal declaración, por supuesto, es nada más que una idealización del pasado para poder darle énfasis especial a la maldad [o “desafuero” según la WTB&TS”] de hoy en día. Realmente los robos acompañados por asesinatos pueden encontrarse en todas las edades, y particularmente se desenfrenan más en tiempos de hambres y plagas. Cuando la sífilis azotó a Europa en el decimosexto siglo, la maldad e inmoralidad vieron un enorme aumento en todas partes. En Roma, por ejemplo, “el asesinato y el robo realmente formaron parte regular del curso de las cosas”. 2 De forma Similar, la generación que sobrevivió la Muerte Negra en el decimocuarto siglo observó un marcado aumento de maldad y violencia:
Un rasgo sorprendente sobre la última mitad del decimocuarto siglo fue la gran cantidad de maldad que entonces prevalecía, y las numerosas erupciones, ambas populares e intelectuales, en contra de las autoridades. 3
La simple verdad es que la violencia, colectiva así como individual, siempre han formado una parte íntegra de la historia del hombre. En la obra Violencia en América el profesor de sociología Charles Filly señala que: “La civilización occidental y las diversas formas colectivas de violencia siempre han sido compañeros íntimos.” 4 Sobre el período que siguió la revolución francesa, por ejemplo, él dice:
La historia occidental desde los años 1800 ha sido una historia violenta, llena de suficientes revoluciones, luchas, y guerras civiles, pero también absolutamente repletas de conflictos en pequeñas escalas. Lo extraño es lo rápido que nos olvidamos. 5
¿Y qué sobre hoy en día? La mayoría de los expertos parecen estar de acuerdo que por varios años los crímenes serios han estado aumentando considerablemente en muchos países. ¿Pero ésta circunstancia realmente es algo nuevo y único de nuestro tiempo? ¿Podría ser que a muchos se les ha dado esta impresión debido al olvido de los hombres, o ignorancia, del pasado?
La industrialización, urbanización y el crimen
La revolución industrial que se desarrolló para finales del siglo18 cambió profundamente la sociedad occidental. Las nuevas maquinarias y el uso de técnicas de fabricación en masa provocaron una prosperidad creciente en muchos países. Una de las consecuencias de esto fue un rápido crecimiento de la población en las ciudades (urbanización). Muchas personas en el siglo 19, incluyendo sociólogos, abogados, jueces, y así por el estilo, temían que estos cambios afectaran las conductas morales y sociales tradicionales ya establecidas en los hombres, causando un aumento de maldad en la sociedad. Por consiguiente, un punto de vista prevaleciente en el siglo19, era que debido a la industrialización y la urbanización necesariamente se debió el aumento de la criminalidad.
Para sostener su tesis de un aumento de maldad (aumento del desafuero), los movimientos milenaristas, utiliza extensamente esta supuesta conexión entre la industrialización, urbanización y el creciente crimen. Asumiendo evidentemente que esta idea es una verdad establecida, por ejemplo note lo que dice la revista de uno de los movimientos milenaristas de nuestro tiempo, del 15 de septiembre de 1983 Pág. 5 dice: “Pero el aumento del desafuero del siglo XX no se debe solo a la revolución industrial y el desarrollo de las ciudades”, y aún reclaman qué: “Estos sucesos, únicos en la edad moderna, han contribuido al mayor aumento del desafuero de toda la historia.”
Sin embargo, los hechos, no apoyan ésta explicación. Aunque aparentemente suena muy impresionante y convincente, no obstante ha sido rechazada por los estudios críticos recientes.
En el siglo 19, los países mayores en las industrias eran Gran Bretaña y Francia. Para probar si la teoría que la industrialización y la urbanización aumentaron la maldad, se ha estudiado cuidadosamente la tasa de crímenes de estos dos países en el último siglo. En 1973 los historiadores sobre criminología A. Q. Lodhi y C. Tilly publicaron su estudio sobre el crimen y la violencia en el siglo19 en Francia. Su investigación demostró claramente que el crimen no se debió al desarrollo de la industrialización creciente y la urbanización de este país. ¡De hecho, incluso algunos tipos de crímenes se redujeron durante el período! Los autores concluyeron que:
La vinculación del crimen, la violencia y el desorden con el crecimiento urbano deben caer dentro de la categoría de las cosas que simplemente las personas quieren creer, ya que la creencia no descansa en un fundamento sustancial de hechos que puedan ser verificables o sistemáticamente analizados. 6
Los estudios sobre las proporciones sobre el crimen en Gran Bretaña en el siglo 19, la sociedad industrial más adelantada de ese período, muestran unos resultados similares. “Los datos británicos son bastante claros en cuanto a la reducción en las proporciones oficiales sobre el crimen en la última mitad del decimonoveno siglo”, dice el sociólogo canadiense Lynn McDonald en su resumen de estos estudios.7 En cuanto a que el crimen no experimenta un desarrollo casi automático con el aumento de la vida industrial urbana también fue demostrado por el profesor de historia Roger Lane en su estudio sobre la violencia criminal en el siglo 19 Massachusetts. En lugar de aumentar, el crimen tiende a disminuir con la industrialización creciente y la urbanización. Lane explica:
Toda la evidencia señala una reducción a largo plazo en la actividad delictiva como una normativa, y asociada con la urbanización. Pero el proceso tampoco se completó sin el acompañamiento del vertiginoso desarrollo industrial. Fue esto lo que proveyó los medios para absorber a los resientes inmigrantes, ajustándolos a un ‘sistema’ que los socializó y acomodó unos hábitos de vida más cooperativos. 8
Así la reclamación de que, el aumento del desafuero del último siglo se debe solo a la revolución industrial y el desarrollo de las ciudades en una magnitud sin precedente, es impugnada por los hechos actuales. La reclamación se basa en la teoría que, en un examen más íntimo, resulta ser escasamente más que un mito del siglo19.
La “ola criminal” presente
La historia demuestra la naturaleza fluctuante de la ola criminal, su aumento y reducción, y aumento de nuevo. El modelo es raramente algo constante o uniforme en cada país. En un número de naciones, el crimen indiscutiblemente ha estado en aumento por un par de décadas. 9 En Italia, los crímenes serios han aumentado fijamente desde 1965, y en Francia desde 1970. Alemania occidental ha experimentado aumentos más pequeños desde aproximadamente 1965, mientras que en Inglaterra y Gales el crimen ha estado creciendo desde la Segunda Guerra Mundial. Otros países industrializados, como Japón, Suiza y Noruega, todavía relativamente tienen unas estadísticas bajas en cuanto al crimen. 10
¿Cuán nuevo, entonces, es el crecimiento presente del crimen? ¿Es tan nuevo ó único en su clase como algunos expositores de los tiempos de fin infieren?
Intentando demostrar que es distintivo el aumento del crimen hoy día, La Atalaya del 15 de septiembre de 1983 Pág. 7, cita a los criminólogos británicos Señor León Radzinowics y Joan King diciendo: “en su libro The Growth of Crime (El aumento del crimen)— es el hecho de que va aumentando por todas partes de manera persistente y penetrante. Las excepciones resaltan espléndidamente como casos aislados y a éstos tal vez pronto se los trague la marea que va subiendo.”
Cierto, estos autores, escribiendo en 1977, argumentaron que el crimen ha estado aumentando en muchos países durante un par de décadas. Sin embargo, ellos no dicen, que éste aumento es en una magnitud sin precedente en la historia. Comentando sobre la teoría propuesta por ciertos criminalistas modernos que ‘no hay más violencia, sino que nosotros estamos siendo mucho más sensibles a la violencia de lo que eran nuestros antepasados menos civilizado’, los autores también admiten:
Todo eso está muy bien si la comparación se remonta bien atrás… Una vista más amplia, que llegue a la edad media, o incluso al siglo dieciocho, podría dar mejor sustancia a la teoría. Con todos nuestros crímenes, nuestra sociedad en conjunto es más segura, menos salvaje, que la de ese tiempo… El mero hecho de que los pueblos tenían que ser amurallados, que los castillos tenían que proveer refugio para los aldeanos circundantes y sus pertenencias, que los viajeros tenían que llevar su propia protección con ellos, es testigo de las amenazas constantes por bandoleros así como la necesidad de tener guerra. De hecho, ambos serían muy difíciles de distinguir. 11
Los expositores sobre el tiempo del fin que hemos citado en residen en los Estados Unidos. Indudablemente su perspectiva del mundo es coloreada por la situación allá. Sin embargo, los Estados Unidos, en conjunto no son algo típico de lo que acaece en el mundo en su totalidad. Quizás estos proclamadores del tiempo del fin lo comprendan, quizás no, pero muy pocos países hoy en día se comparan en cuanto a crímenes violentos con los Estados Unidos:
En los números de asesinatos políticos, motines, ataques pertinentes a grupos políticos armados, y demostraciones, los Estados Unidos desde 1948 han estado entre media docena de la mayoría de naciones tumultuosas del mundo. 12
En un artículo sobre los homicidios, la revista de diciembre Science magazine de1984 observó que las estadísticas de asesinato estadounidense son más alta que aquéllas en la mayoría de los demás países. ¡Por ejemplo, el homicidio a mano armada en América es “50 veces más que en Inglaterra, Alemania, Dinamarca y Japón! 13 Entonces, no es una maravilla que aquellos que actualmente intensifican las expectativas religiosas sobre la proximidad del “tiempo del fin” lo hagan enfocándose predominantemente en el crimen en los EE.UU.
Para el 1970 Hal Lindsey, por ejemplo, vio el aumento del crimen estadounidense como una señal importante de los tiempos. En su libro en inglés The Late Great Planet Earth, [“La Agonía del Planeta Tierra”], páginas 100, 101, él escribió:
Hace poco tiempo atrás vimos una gráfica en una de las revistas noticiosas que indicaba un aumento en los crímenes serios en los Estados Unidos del 1960 al 1968. Si usted hubiera sido una hormiga en esa página usted habría tenido que utilizar una escalera muy empinada para subir cada uno de esos ocho años. Mientras que el número de crímenes en América aumentaba un 122 por ciento, la población sólo aumentó un 11 por ciento. Muchas personas han dejado de hablar sobre las ‘proporciones del crimen’. Ellos ahora se refieren a la ‘epidemia del crimen’.
De forma similar, en las publicaciones del movimiento milenarista que citamos anteriormente, el crimen en los EE.UU., tiene un lugar central. Es, de hecho, el único país que las revistas de este Movimiento Milenarista hayan publicado estadísticas sobre el crimen y la curvatura del crimen cubriendo una década o más. 14
Sin embargo, pocos expositores, honestamente les dicen a sus lectores cuando se trata del crimen – así como de muchas otras cosas – que los Estados Unidos no representan al mundo en su totalidad. ¿Pero incluso, si se tomara en sí, cuán cierto es el enorme aumento del crimen en esa tierra? ¿Cuán fiables son las evidencias sobre las cuales se hacen estas reclamaciones?
El FBI Informes Uniformes de Crímenes
La mayoría de las cifras y curvaturas publicadas por la Sociedad Watch Tower dicen que están basadas en los Informes Uniformes de Crímenes publicados por el FBI = {abreviación} Federal Bureau of Investigation [“Negociado Federal de Investigación”]. La revista de la cual citó La Agonía del Planeta Tierra con respecto al crimen (U.S. News and World Report), también basó sus cifras en esta misma fuente. (Vea nota al pie de la página 3, para el Capítulo 9, del libro mencionado en inglés.) Estos informes del FBI se han publicado anualmente desde 1933 y han incluido estadísticas de los “crímenes serios”, es decir, asesinatos, violaciones por fuerza, robos, ataques agravados, escalamientos, latrocinio, y robos de autos, con incendios provocados agregados en 1979.
Esto podría parecer ser una fuente ideal irreprochable de evidencias en la cual basar las discusiones sobre las estadísticas del crimen estadounidense. No obstante, puede ser una sorpresa para muchos, saber que vergonzosamente la confianza en los informes del FBI se han tenidos en baja estima por muchas autoridades.
Efectivamente, por lo menos durante las primeras tres décadas después del 1933 las estadísticas del FBI no son dignas de confianza. Hasta reciente, y especialmente antes del 1967, los sociólogos y criminólogos con frecuencia los desenmascaraban, señalando numerosas fallas en los métodos utilizados para coleccionar los datos.
Así Thornstein Sellin, “el decano de las estadísticas estadounidense”, se ha citado describiendo la calidad de las estadísticas del crimen en los Estados Unidos como ‘la peor en cualquier país importante en el mundo occidental’, mientras que el especialista en crimen de Harvard Lloyd E. Ohlin describió los datos estadísticos como: “casi sin valor – pero es lo único que tenemos”. 15 ¿Realmente eran así de malas las estadísticas? ¿Qué efecto le hace esto a su confiabilidad – o falta de ella, en las proyecciones y comparaciones con los crímenes en los anteriores períodos?
“La fuente más grande de error”, observó el bien conocido sociólogo Charles E. Silberman, “viene del hecho que los Informes Uniformes de Crímenes incluyen sólo aquellos crímenes que se le informan a la policía y que la policía, a su vez, los registra y los pasa adelante al FBI.” 16 El problema aquí es que la mayoría de los crímenes nunca se le informan a la policía. Adicionalmente, la policía a menudo no le pasa adelante al FBI todos los crímenes que ellos conocen. Cómo esto permite una manipulación de la evidencia, y el efecto engañoso que esto puede crear, se explica por Ramsey Clark, el anterior Fiscal General de los Estados Unidos:
La mayoría de los crímenes nunca se le informan a la policía. Y muchos crímenes se informan inexactamente. Se usan a menudo erróneamente las estadísticas de los crímenes para crear la impresión que el nuevo jefe está haciendo un buen trabajo, o para apoyar un movimiento para adicionar más policías. Con frecuencia un aparente aumento en la criminalidad realmente refleja una efectiva mejoría en el vigor de la ley, o que se están reportando en sí los crímenes. 17
Los cambios al informar los crímenes, entonces, pueden crear un alza en las estadísticas sobre el crimen que puede no corresponder con los hechos reales. Como un ejemplo, en Portland, Oregón, en el 1973 y en 1974 se informaron el doble de la cantidad de robos a la policía de la que hubo para el 1971 y 1972. Esto significaría que hubo un marcado aumento de robos durante el período. ¡Sin embargo, una investigación, reveló que realmente los robos habían disminuido durante esos años! 18 Muchos otros casos similares podrían citarse. 19
Debido a las constantes críticas de sus estadísticas, el FBI ha revisado periódicamente y apretado su sistema de colección de datos. 20 Esto ha producido un aumento voluntario entre los oficiales de la policía para mantener mejores registros sobre los crímenes e indicarle todo al FBI – causando aumento adicional “de papeleo” así como de las estadísticas. 21 No obstante, al mismo tiempo las estadísticas del FBI gradualmente se han hecho más fiables. Sobre todo desde 1967, cuando el gobierno de los EE.UU., empezó a patrocinar varias encuestas nacionales sobre el crimen como pruebas independientes para las estadísticas del FBI, la actitud hacia los Informes Uniformes de Crímenes ha cambiado. Los criminalistas usualmente ahora están de acuerdo que a pesar de todas las inexactitudes, la tendencia global entonada en los Informes Uniformes de Crímenes durante los últimos 25-30 años esencialmente están correctos, y que el aumento en los crímenes serios desde el 1960 es real. 22 ¿Si eso es así, qué importancia tiene su des confiabilidad seria anterior? ¿Y cuál ha sido el uso desacertado de las estadísticas sobre el crimen en los EE.UU., por algunos de los proclamadores de los últimos días?
El problema está en la comparación de las estadísticas sobre el crimen después del 1960 con aquellos de los años antes del 1960. El no reconocer, o aclararles a los lectores, cuán inadecuada es la fiabilidad de las estadísticas para estos dos períodos es realmente, el resultado de un engaño, involuntario o de cualquier otra manera, a los lectores. En las publicaciones de este movimiento milenarista repetidamente los Informes de Crímenes Nacionales del FBI se han aludido o se han citado sin reconocer esto, sin dar ni una sola palabra de cautela. Las estadísticas incluso se llegaron a mejorar o se “ajustaron” – En La Atalaya del 15 de septiembre de 1983 se muestra que: “El número total de delitos graves que se informaron en los Estados Unidos aumentó en más de 1.000 por 100 entre 1935 y 1980”, (Página 6) Esta declaración, y la tabla presentada en la misma página para demostrarlo, oculta otros hechos de suma importancia: ¡qué antes del aumento puesto en el 1960, las estadísticas de los crímenes en los Estados Unidos habían estado estables o incluso disminuyendo durante toda la cuarta parte del siglo! Ese período puede, de hecho, ha sido único en su clase en la historia de los crímenes estadounidense. Como la autoridad sobre crímenes Silberman afirma:
Por un cuarto de siglo, los Estados Unidos, quizás para la primera vez en su historia, disfrutó de un período en que las proporciones de los crímenes se estabilizaron o declinaron, donde el miedo al crimen estuvo relativamente bajo. La tasa de mortalidad por homicidios se redujo a un 50 por ciento entre el 1933 y temprano en los años cuarenta; a pesar de la publicidad del FBI de sus luchas a tiros con John Dillinger y otros criminales, la proporción de otros crímenes serios (violación, robo, ataque y escalamiento) se redujo a un tercio. 23
Como clara evidencia de este declive, podemos echar una mirada más íntima al homicidio, el más serio de los “crímenes serios”. El homicidio es, de hecho, el único crimen para el cual las estadísticas a largo plazo nacionales existen que son independientes a las cifras del FBI. Cuidadosamente guardadas por el Departamento de Salud, Educación, y del Bienestar, estas estadísticas son consideradas “razonablemente correctas”, por lo menos desde principio del 1930 en adelante. 24
En 1933, como es mostrado por estas figuras, la proporción de asesinatos en los Estados Unidos era tan alta como 9.7 para una población de 100,000. ¡Entonces empezó a disminuir, hasta que llegó a un nivel de sólo 4.5 para 100,000 en población para finales del 1950. 25 Un aumento, desde entonces ha surgido en el número de homicidios, sobre 20,000 anualmente, ó a 9.8 para una población de 100,000 a principios del 1980. ¡Ciertamente grande, digna de ser informada, pero ésta proporción es casi exactamente igual a la del 1933! Aunque muy alta, la presente proporción de asesinatos estadounidense no es entonces única en su clase, sino que representa un retorno al mismo nivel anterior. 26
La debilidad de mucha de la evidencia en las estadísticas usada por los proclamadores de la proximidad del fin es clara. Aunque el crimen es reconocidamente alto en un número considerable de países. ¿Esto hace a nuestro siglo veinte que sea algo insigne? ¿Es posible que tales proporciones de crímenes sean tan altas para después de este período (o después del período del 1948 como señala Hal Lindsey) que no tiene ningún precedente con los siglos anteriores?
El crimen bajo la perspectiva histórica
Mientras que al crimen de hoy día se les la da mucho espacio en sus publicaciones, toda discusión sobre la magnitud del crimen en el pasado está totalmente inexistente. Lo mismo sucede con la mayoría de los expositores cuyas escrituras tienden acrecentar los sentimientos de que éstos ya pasaron, y estamos en el peor de todo los tiempos. El hecho que el crimen alcanzó niveles altos en varios países para los años 1920 y 1930, y entonces de nuevo en el 1960 y 1970, no demuestra que nuestro siglo ha visto más maldad que los siglos anteriores. La evidencia, de hecho, es que el crimen era a menudo más prevaleciente en el pasado que hoy en día.
Como es observado por el popular escritor Colin Wilson: “la historia de la humanidad desde aproximadamente 2500 A.C., es poco más que un registro sin detenerse de asesinatos, derramamiento de sangre y violencia”. Igualmente él concluye que: “la historia de la humanidad ha sido fundamentalmente una historia de crímenes”. 27 Esta conclusión no sólo ha sido corroborada por estudios sobre los crímenes del pasado, sino que los historiadores que han escudriñado el asunto concluyen que probablemente hoy en día hay menos crímenes que en el pasado. El profesor John Bellamy de la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá, incluso dice:
En los países occidentales modernos el nivel de crímenes se ha estado reduciendo tanto que las fechorías de unos pocos sirve más bien para proporcionarle al ciudadano común un espectáculo en lugar de infundirle un sentido de miedo. 28
Para aquellos que han sido víctimas de un crimen o quiénes ahora viven en áreas de altas incidencias delictivas, el crimen sí les infunde miedo. Pero el hecho es que el porcentaje real de la población afectada no es tan grande como lo fue en los tiempos pasados de la historia del hombre. Lo qué un crimen social maléfico pudo ser en el pasado es ejemplificado por el propio estudio de Bellamy sobre el crimen en Inglaterra para el período de 1290-1485:
En Inglaterra para la última parte de la edad media la preservación del orden público era con frecuencia el problema más grande que el rey tenía que enfrentarse… Ni antes de ese tiempo ni subsecuentemente el problema del orden público se ha abultado tan magno en la historia inglesa. 29
En el pasado, el crimen y desorden periódicamente parecen más o menos haber estado fuera de control en muchos países. Fue con el crecimiento de la industrialización en el último siglo que gradualmente la situación empezó a mejorar en los países occidentales:
Durante la primera mitad del decimonoveno siglo, todas las ciudades de Europa eran peligrosas así como la de los Estados Unidos. En la segunda mitad, Londres, París, y otras ciudades europeas estaban controlando el crimen y el desorden, mientras que las ciudades americanas no – o así aparentaba para los observadores contemporáneos. 30
Para mediados del siglo veinte la situación en las ciudades americanas dio evidencia de que también estaban cambiando. En 1960, el investigador sobre crímenes Daniel Bell, por ejemplo, juzgó que: “una mirada sobria al problema muestra que probablemente hoy en los Estados Unidos hay menos crímenes de los que existían cien, o cincuenta, o incluso hacen veinticinco años atrás, y que hoy los Estados Unidos es un país obediente a las leyes y más seguro de lo que la opinión popular imagina.” 31 Cierto, eso fue escrito antes de que empezara la más reciente ola criminal a principio de los años 1960. Pero todavía en el 1978 Silberman, comenta sobre el hecho que: “el crimen, la violencia, y violaciones a la ley han sido temas recurrentes a lo largo de la historia americana”, y concluyó que: “los países eran más peligrosos en el pasado que ahora”. 32 Recientemente estudios realizados a largo plazo sobre las tendencias del crimen le dan apoyo a ésta conclusión, como se demostrará en la siguiente sección.
La evidencia de los estudios a largo plazo: En los Estados Unidos
Mientras los criminalistas con frecuencia señalan que probablemente hoy en día hay menos crímenes por ejemplo en el último siglo, relativamente pocos estudios completos a largo plazo parecen haber sido hechos que muestren las tendencias durante largos períodos. 33 Sin embargo, los existentes, dan un cuadro muy interesante de las tendencias globales de las actividades delictivas.
Para los Estados Unidos, no parece haber ningún estudio nacional a largo plazo que se extienda al pasado al período antes de los Informes Uniformes de Crímenes publicados por el FBI. Pero se han hecho varios estudios locales fiables que cubren ciudades individuales y estados. Ninguno de éstos indica que el crimen hoy en día ha aumentado sobre los que hubo en el decimonoveno siglo.
Ninguna figura comprensiva sobre el crimen se colectó antes del 1933, pero estudios de ciudades individuales han sido hechos, y ellos muestran que las características del crimen tienen sus altas y bajas, en lugar de tener un crecimiento firme junto con la población. James Q. Wilson, un experto sobre el crimen de Harvard, ha dicho que los anteriores estudios “están de acuerdo que durante el período inmediatamente después de la Guerra Civil la proporción de los crímenes violentos en las ciudades grandes era más altos que en cualquier otro momento de nuestra historia”. 34
Los estudios más recientes aún indican un marcado descenso en algunos lugares:
Ninguno señala ningún claro aumento proporcional en los crímenes serios dentro de ciudades particulares. Al contrario, los más recientes sugieren, una sorprendente cantidad proporcional en descenso. 35
Las estadísticas del crimen del último siglo son, muy naturalmente, a menudo bastante defectuosas, pero hay excepciones importantes. Un ejemplo es Massachusetts cuyos archivos delictivos del siglo 19 “son probablemente mejores que cualquier otro guardado en otras partes”. 36 Por consiguiente, las conclusiones sacadas de ellas, son de significante importancia:
Mientras que todas las estadísticas delictivas están sujetas a ciertas dudas, las conclusiones centrales sobre las cifras de Massachusetts pueden declararse con confianza: el crimen serio en el área metropolitana de Boston se ha reducido grandemente entre la mitad del siglo 19 y mediados del 20. 37
El espacio no nos permite tener una discusión detallada de la magnitud de crímenes en el siglo19 en los EE.UU., pero las siguientes citas de algunas ciudades pueden dar una idea general de la situación:
Washington, D.C., justo antes de la Guerra Civil:
Motines y derramamiento de sangre son ocurrencias diarias, se les disparan a personas inocentes e inofensivas, se apuñalan, y por otra parte vergonzosamente se les maltrata y frecuentemente al ofensor ni siquiera se le arresta 38
Nueva York, en los años1850:
A ‘un tiro de una piedra’ de Broadway, en el 1850 en Nueva York quedaba Five Points [Cinco Puntos], uno de los lugares más notorios en la ciudad. ‘La policía sólo entraba a Cinco Puntos en parejas, y nunca desarmados. Los neoyorquinos respetables evitaban ir a ese distrito durante el día… Era una guarida de asesinos, ladrones, prostitutas y gente que compraban cosas robadas. 39 Chicago, 1860 al 1890: “Veinte años después de la Guerra Civil, la proporción de los asesinatos se cuadruplicó, mientras superaba el crecimiento de la población, y los asaltos eran comunes”; en 1893, en Chicago a uno de cada once residentes se le arrestaba por un crimen o otro. 40
Los Ángeles en los años 1850:
En un solo período de quince meses en 1850, un total de cuarenta y cuatro asesinatos se registraron en Los Ángeles, entonces un pueblo de sólo 8,000 habitantes—como cuarenta o cincuenta veces más alto que cualquier tasa de asesinatos en una ciudad actual. 41
San Francisco y Barbary Coast, 1860-1880:
Los Anales de San Francisco, una recopilación de archivos contemporáneos de los años 1860, informan que en la sección de los muelles del centro de la ciudad ninguna persona decente estaba a salvo si caminaba por las calles después del anochecer; mientras que a todas horas, ambos de noche y de día, su propiedad estaba en riesgo de ser incendiada y escalada. ‘Desde 1860 al 1880, no hubo una noche a lo largo de la Costa de Barbary sin que por lo menos hubiese un asesinato e innumerables robos’. 42
Los estudios a largo plazo así como los ejemplos citados arriba claramente muestran que la proporción del crimen presente en los Estados Unidos no es única en su clase en la historia del crimen estadounidense. Como Silberman explica, muchos estadounidenses pueden sentirse así debido a que la proporción presente se ha presentado con una anterior exageradamente baja proporción de crímenes para los años 1930, 1940, y 1950:
Porque la tranquilidad doméstica parecía ser la norma, los estadounidenses que llegaron a la mayoría de edad para los años 1940 y los años cincuenta estuvieron desprevenido de cómo siempre se conducía la violencia y el crimen en los Estados Unidos. Aunque ellos continuaron romantizando la violencia en las historias de detectives y del oeste, toda una generación se acostumbró a una paz en sus vidas diarias. Por consiguiente, para la mayoría de los estadounidenses, el incremento de violencia criminal que empezó alrededor del 1960 pareció ser una aberración de lo que era la norma en lugar de ser un retorno a ella. 43
Para estar seguro, la mayoría de los países no han tenido un dramático levantamiento de crímenes como el que se ha visto en las recientes décadas en los Estados Unidos. Si tal actividad de altos crímenes en los Estados Unidos no es una inaudita, probablemente incluso ni siquiera superan las del decimonoveno siglo, por lo tanto podríamos esperar encontrar que las presentes estadísticas sobre el crimen para el siglo19 en muchos otros países están claramente aún por debajo de sus niveles. ¿Existen estudios a largo plazo qué corroboren esto?
La evidencia de estudios a largo plazo: El caso de Francia
Probablemente ningún otro país en el mundo puede presentar estadísticas más fiables sobre el crimen durante el siglo 19 que Francia:
Los datos disponibles acerca de la urbanización, crimen, y violencia colectiva en Francia durante ese período son excepcionalmente ricos y excepcionalmente uniformes, comparados con los datos disponibles para cualquier parte del mundo del ayer o de hoy. 44
Por consiguiente, cuando Abdul Qaiyum Lodhi de la Universidad de Waterloo y Charles Tilly de la Universidad de Michigan en 1973 presentaron su muy cuidadoso estudio de tendencias a largo plazo sobre crímenes en Francia, cubriendo el período del 1826 al 1962, que sus resultados no pueden despedirse con facilidad. Y sus conclusiones sobre ese período de 136 años son de hecho sorprendentes:
EL CRIMEN EN FRANCIA, 1862-1962
Personas acusadas de crímenes contra personas y propiedades: Francia 1826-1962. (A. Q. Lodhi y C. Tilly, “Urbanización, Crímenes, y Violencia Colectiva”, el rotativo, American Journal of Sociology Vol. 79, 1973, Pág. 301. La gráfica usada es cortesía de: The university of Chicago Press.)
A largo plazo, los crímenes contra la propiedad [robo mediante escalamiento, hurtos] parecen haber declinado significativamente en su frecuencia, los crímenes contra personas [asesinatos, asaltos, violaciones] fluctúan ligeramente sin tendencia, y la violencia colectiva varía considerablemente de año en año. 45
Mientras la proporción de crímenes violentos permaneció esencialmente estable durante el período de 136 años, los crímenes contra la propiedad muestran una disminución muy marcada. ¡Como se muestra por la curvatura en la página 173, la cantidad de personas acusadas por crímenes contra la propiedad disminuyó dramáticamente de 174 para una población de 100,000 en 1836 a menos de 10 para una de 100,000 en 1962! 46
Aunque los estudios a largo plazo que cubren ambos siglos 19 y 20 nos faltan para la mayoría de los países, la tendencia en Francia apenas podría ser única en su clase. La evidencia, no obstante, es que las tendencias han variado, no sólo de un país al otro, sino también del tipo de crimen a otro. En algunos países ciertos tipos de crímenes han estado aumentando a largo plazo, mientras que otros han permanecido bastante estables o incluso están disminuyendo. 47
Algunos países con bajas proporciones en crímenes hoy en día, como Japón y China, se conoce que en el pasado han tenido muchos crímenes, aunque nos faltan los estudios a largo plazo para establecer estas estadísticas. China, la nación de más población en la tierra, ha tenido una disminución dramática en delitos cometidos desde el 1949. 48 En los últimos siglos los delitos en ese país eran mucho más agraviados debido a “bandas de saqueadores” que con frecuencia asolaban algunas provincias. Sus actividades se intensificaron grandemente durante la rebelión de Taiping (de 1850 al 1864). 49
El impacto de la “Ley de Tuchman”
Como se demuestra por la evidencia, el crimen claramente tiene sus “altas y bajas”. La reciente “ola criminal” no es la excepción a ésta regla. En algunos países ahora se muestran unas tendencias descendentes en los crímenes, después de haber alcanzado su cúspide en los años 1970 o para principio del 1980. En los Estados Unidos las proporciones de los crímenes violentos han estado precipitadamente disminuyendo desde el 1980. 50 A menudo las personas parecen dar por sentado que el crimen debe estar aumentando, incluso cuando no es así. Como fuera señalado por el criminalista canadiense Lynn Mc-Donald, incluso aún los eruditos han estado tan comprometidos con la teoría del crimen en aumento que ellos han estado ciegos sobre los verdaderos datos. Hablando de su propia investigación del crimen en Canadá, McDonald afirma:
Personalmente, sé, cuánto tiempo me tomó concluir que los crímenes después de la guerra en Canadá no estaban aumentando (salvo por ofensas menores); ¡Continué dibujando una y otra vez las gráficas y re-computando los declives, pensando que yo había cometido un error! 51
¿Por qué, entonces, las personas parecen dar por sentado que las proporciones de los crímenes están aumentando, incluso cuándo no es así? Sin duda alguna, el sensacionalismo, y en ocasiones las distorsiones, en las coberturas de los periódicos es responsable en gran parte de esto. Comentando sobre los titulares de los periódicos en cuanto a la violencia callejera, el terrorismo, violaciones, y así sucesivamente en Suecia, Johannes Knutsson del Concilio Sueco de Prevención del Crimen afirmó: “la explosión de violencia del verano pasado [en 1983] según los periodistas se las ingeniaron… Los periódicos tuercen la realidad, y los políticos, deliberadamente o de otras formas, los incitan para que lo hagan”. Dando énfasis a que últimamente varios tipos de crímenes realmente han estado disminuyendo, Knutsson dijo que anteriormente la sociedad “solía incorporar mucha más violencia cotidiana… la violencia criminal solía estar más desarrollada, por ejemplo en Suecia para finales del siglo, cuando fuertemente se bebía demasiado. 52
La ascendiente información en cuanto al crimen en los periódicos, entonces, puede ser una indicación muy engañosa del verdadero estado de las proporciones de la maldad hoy en día. La validez de la “Ley de Tuchman” – citada a principios de éste capítulo – recientemente se sacó en un estudio por los sociólogos Jason Ditton y James Duffy. Ellos encontraron que hay un “sobre-énfasis en los crímenes violentos” en los periódicos, y particularmente se “sobrecarga la información cuando se trata de crímenes involucrando el sexo”. 53 Adicionalmente, “un acrecimiento de evidencias que indique que a las personas se les están aumentando sus ansiedades sobre el crimen no se atañe con el aumento de la maldad en sí”, y que “el miedo a la maldad está actualmente fuera de toda proporción con su incidencia”. 54 Como un ejemplo de esto ellos hacen referencia a otro estudio el cual reveló que: “En un período cuando la incidencia de crímenes violentos descendió en un 2.4 por ciento, la cobertura de los periódicos de los crímenes violentos se había aumentado a un 11.1 por ciento!” 55 La maldad, entonces, con frecuencia sólo se aumenta en los periódicos, y, uno puede agregar, que también en algunos periódicos religiosos y literatura que busca crear un estado de delirio en la mente concerniente a las reclamaciones del cumplimiento de una “señal” profética.
La evidencia para apoyar la reclamación que en nuestro siglo: “empezó a haber un aumento de desafuero en escala mucho mayor que la que se había visto”, simplemente no existe. Al contrario, los estudios históricos, incluyendo los estudios a largo plazo sobre las proporciones de los crímenes en ciudades específicas, estados y países, indican que hubo mayor criminalidad en el pasado que hoy en día en muchos lugares. Esto muy bien puede cubrir una escala mundial, en vista del hecho que el crimen normalmente aumenta en tiempos de hambres, pestilencias y guerras.
Lo que dicen los registros bíblicos de Las Escrituras
Todavía aún más, hay razones legítimas para entender las palabras de Jesús sobre la maldad creciente (en Mateo capítulo veinticuatro) que se aplican como, no al mundo en general donde la criminalidad siempre ha estado desplegada, sino a las condiciones entre los que profesan ser siervos de Dios, durante todo el periodo de la historia empezando desde aquel mismo momento, incluyendo aquellos dentro de la congregación la cual él establecería. Sus palabras que preceden indican esto, porque él describe lo que le ocurrirá a sus seguidores debido a la persecución y continúa diciendo que: “En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos.” Es en tal contexto religioso que él dice entonces: “Habrá tanta maldad [desafuero] que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.” (Mateo 24:9-13, Nueva Versión Internacional) Jesús, de hecho, usó el término “maldad” en otras partes describiendo, no obviamente a criminales, sino la conducta hipócrita, deshonesta de algunas personas religiosas. (Mateo 7:23; 23:28) En su parábola de la semilla excelente y mala hierba [del trigo y la cizañas] él asemejó a los tales hacedores de maldad [que cometen desafuero] a la mala hierba y dijo que en el día del juicio enviaría a sus ángeles: “y ellos juntarán de su reino todas las cosas que hacen tropezar, y a los que cometen desafuero”, Mateo13:38-41, N.M.
La información sensacionalista de los periódicos crea un temor al crimen que con frecuencia “está fuera de todas las proporciones de las incidencias”. Las publicaciones de estos grupos milenaristas crea la idea que el mundo entero está infestado de criminalidad como ciertas calles en la ciudad de Nueva York u otras áreas de las ciudades grandes de los Estados Unidos
Los escritos de los apóstoles de Jesús ampliamente testifican sobre el crecimiento de la maldad y el desafuero que se desarrollaría en su tiempo y en los tiempos posteriores del período apostólico. Lo que es llamado la era o época Mesiánica que abarca desde su ESTANCIA EN LA TIERRA en el primer siglo hasta que venga La Señal de su Segunda Venida. Mateo 24: 27. Esta señal nada tiene que ver con los acontecimientos que han sucedido desde el primer siglo hasta nuestros días y que irán sucediendo interrumpidamente.
Pablo dirigiéndose a su discípulo Timoteo le advirtió que en tiempos postreros osea a partir de entonces y en su mismos días ocurrirían gran cantidad de sucesos como los que describe, 2ª Ti 3:1-4.
Carácter de los hombres en los tiempos de Pablo y en los tiempos postreros
3:1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
3:3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios
Timoteo ha de tener en cuenta esto precisamente para apartarse de los sujetos que menciona 2ª Ti 3:5 Guárdate también de ellos. O sea en su tiempo. La humanidad a través de los tiempos o épocas tendría que padecer como consecuencia del pecado heredado los mismos males endémicos que ya ocurrían en el primer siglo. La Señal de la Segunda Venida del Mashiaj, viene desde arriba del CIELO y no desde la TIERRA,
Rasgos de la verdadera Señal
Sobre la pregunta que sus discípulos formularon a Yahoshua, en el monte de los olivos, es fácil de observar que iba más lejos que la primera parte de ella, << Dinos cuando sucederá eso >>. Sobre esta primera parte de la pregunta tenéis en el encabezado (Analizando textos Bíblicos) El tema <Cuando se cumplieron las palabras proféticas de Yahoshua Ha Mashiaj de Mateo 24 sobre guerras e informes de guerras, terremotos, pestes y la destrucción del templo >
La segunda parte de la pregunta es << y cuál será el signo de tu venida >>. Si observamos bien vendrá un momento en el cual este signo o señal será lo que introducirá de forma inequívoca y segura, por su resonancia universal y a la vez repentina e inesperada. La gran tribulación y la “Parusía” Venida de Melej ha Mashiaj. (Aunque va unida la segunda parte con la tercera << y el fin del mundo>> nos centraremos solo en la segunda parte de la pregunta.
Mateo 24: 27. Es quien marca desde donde vendrá el comienzo de tal acontecimiento del signo o señal, dice el texto << Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la Venida del Hijo del hombre >>. La manifestación cósmica será tan evidente sobre toda la humanidad que nadie en absoluto podrá negar tal acontecimiento, porque dicha señal viene desde arriba del CIELO, y será de tal resonancia sobre toda la esfera terrestre que ningún ser humano en el planeta tierra podrá negar, será como la salida de un relámpago que sale y resplandece para ser visto y que sirve de señal inequívoca para la tormenta. Esto parece indicar que con la vista humana las gentes verán las manifestaciones exteriores, físicas y lumínicas que son indicativas de la llegada del Mesías y metafóricamente hablando se puede decir que “Todo ojo lo vera” Ap. 1:7; debido a toda su extensibilidad en los cielos físicos del planeta y por tanto indicación que El anuncia su venida. ¡Como relámpagos visibles a gran distancia la venida del Mesías no será un acontecimiento secreto o imaginario! Tal acontecimiento dice el texto 29. Será tan marcado que ocasionara una tribulación entre toda la humanidad, e inmediatamente después de esta tribulación, continua el texto diciendo << el sol se oscurecerá, la luna ya no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas >>. Todos estos acontecimientos cósmicos vienen para anunciar y sentenciar un juicio condenatorio sobre toda la humanidad, y a la vez para recoger a los suyos, y otorgar la salvación a sus elegidos. Seguidamente el texto 30 dice << Entonces aparecerá en el cielo la señal de Hijo del hombre (Esta es la señal) ; y entonces se golpearan el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria >> sus efectos serán tan evidentes y visibles que tiene que afectar a todo ser viviente, todas las razas de la tierra, cuando dicha señal se manifieste. El Hijo del hombre vendrá con gran pode y gloria. (Melej ha Mashiaj)¿Para qué? ¿Y con quien vendrá? 31 << El enviara a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro. >>
Anteriormente en el texto 27 cuando se dice cómo será la Venida del Hijo del hombre, en el texto siguiente el 28 se manifiesta que el propósito es de << Donde este el cadáver, allí se juntaran los buitres. >> Un cadáver, aun escondido en el desierto, queda inmediatamente denunciado por la presencia de los buitres.
En el capítulo 25 de Matuyaju; del texto 31 en adelante se vuelve a manifestar esta Venida con gloria y poder del Hijo del hombre ¿Conque propósito?, el relato hasta el texto 34 dice << cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. (Melej ha Mashiaj) Rey Mesías.
Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo >>. La recompensa es inequívoca, es recibir la herencia del reino, y esta herencia va vinculada con la vida eterna, 46 << y los justos a una vida eterna >>.
Yahoshua, ilustro con parábolas sencillas para que la gente que convivía con el entendiera su significado, una de ellas la registra Mateo en su Capítulo 13, y hace referencia sobre la cizaña, en ella vuelve a introducir su Venida con la conclusión del mundo, y la recompensa que obtendrán aquellos fieles elegidos en aquel tiempo, el texto 38 dice << la buena semilla son los hijos del Reino << el 43 >> Entonces los justos brillaran como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos que oiga. >> .
En esta parte de los pasajes que citamos de Mateo indican parte de lo que sucederá cuando dicha señal manifestada desde los Cielos suceda sobre toda la tierra.
Como se ha demostrado en el pequeño resumen sobre la verdadera señal es algo totalmente diferente a todos los acontecimientos que presenta La Biblia que sucederían durante la época o periodo de la era Mesiánica como indican los textos que citamos a continuación. (Primera Timoteo 4: 1; Segunda Timoteo 3:13; Segunda Pedro 2:1-3, 10-14, 17-21)
Cuando Pablo habló en su revelación de lo que vendría “el hombre de maldad” él no estaba hablando de una fuente que perpetuaría las actividades delictivas comunes como el robo de propiedades física, o actos de violencia física como el asesinato, sino más bien de rebelión más grande de todas, la usurpación del lugar y autoridad que debidamente sólo le pertenecen al Soberano Supremo, a Yahweh, esto combinado con la artimaña del engaño religioso a los seres humanos. Pablo también le advirtió a sus contemporáneos que: “es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder”. (Segunda Tesalonicenses 2:3-11, NVI) Los escritos del apóstol Juan en particular muestran que hubo tal aumento de maldad dentro de la congregación del primer siglo y sí causó que el amor de muchos se enfriara, haciendo que Juan fuera más enérgico enfatizando lo necesario que es amarse el uno al otro entre los hermanos. – Primera Juan 2:9-11; 3:4, 10-18.
La comprensión anterior de las palabras de Jesús está por lo menos en armonía con los hechos conocidos, confirmados por la narración de las mismas Escrituras. Lo mismo no puede decirse de las reclamaciones hechas por los Movimientos Milenaristas que son aquellos que afirman que nuestros días está viendo un aumento de las proporciones de maldad bíblicamente excelentemente predichas. Los hechos conocidos indican que es lo contrario.
Qué dicen las autoridades sobre la maldad de hoy y del pasado
Los Estados Unidos:
“El crimen, la violencia, y violaciones a la ley han sido temas recurrentes a lo largo de la historia americana… los países eran más peligrosos en el pasado que ahora”. —Charles E. Silberman, Criminal Violence. Criminal Justice, [“Violencia Criminal. Justicia Criminal”], Nueva York, 1978, Págs. 21, 22.
“Toda la evidencia señalan una reducción a largo plazo en la actividad delictiva como una normativa, y asociada con la urbanización.” —Roger Lane en Violence in America [“Violencia en América”] (cada uno por H. D. Graham & T. R. Gurr), Washington, D. C., 1969 Pág. 366.
Francia:
“A largo plazo, [para el período de 1826 a 1962], los crímenes contra la propiedad parecen haber declinado significativamente en su frecuencia, los crímenes contra personas fluctúan ligeramente sin tendencia, y la violencia colectiva varía considerablemente de año en año.” —A. Q. Lodhi & C. Tilly el American Journal of Sociology, [“Periódico de Sociología Americano”], Vol. 79, 1973, Pág. 296.
Finlandia:
“¿Nosotros ahora experimentamos un alza de un período criminal? Bien, la respuesta, a esa pregunta se encontrará en el futuro. Pero debe señalarse que en Finlandia la población ha vivido a través de considerables peores períodos”. -Vaino Rantio, Comisionado del Departamento de Investigación Criminal en Helsingfors; en Nordisk Kriminalkrönika 1982 (Crónica sobre el Crimen de Escandinavia 1982), Göteborg, 1982, Pág. 21.
Suecia:
“Algunas veces frecuentemente nos olvidamos que la sociedad solía incorporar mucha más violencia cotidiana… la violencia criminal solía estar más desarrollada, por ejemplo en Suecia para finales del siglo, cuando fuertemente se bebía demasiado.” —Criminalista Johannes Knutsson en News & Views (un rotativo informativo para los inmigrantes en Suecia) No. 28, 14 de septiembre de 1984, Pág. 1.
EL MUNDO OCCIDENTAL:
“En los países occidentales modernos el nivel de crímenes se ha estado reduciendo tanto que las fechorías de unos pocos sirve más bien para proporcionarle al ciudadano común un espectáculo en lugar de infundirle un sentido de miedo.” —John Bellamy, Crime and Public Order in England in the Later Middl. Ages [“El Crimen y el Orden Público en Inglaterra Tarde en la Edad Media”] Londres y Toronto, 1973, Pág. 1.
El miundo:
Comparando nuestra sociedad moderna con aquéllas de la edad media y el siglo dieciocho, los criminólogos británicos Señor León Radzinowics y Joan King declaran: “Con todos nuestros crímenes, nuestra sociedad en conjunto es más segura, menos salvaje, que la de ese tiempo”. —The Growth of Crime (El aumento del crimen) Londres, 1977, Pág. 11.
Notas
1 Barbara W. Tuchman, A Distant Mirror (“Un Espejo Distante” Londres, 1978), de la Pág. xviii
2 Matts Bergmark, Från pest till polio 3rd ed. (Estocolmo, 1983), Pág. 74.
3 A. M. Campbell, The Black Death and Men of Learning (La Muerte Negra y Hombres que Aprenden NewYork, 1931), Pág. 129.
4 Violence in America: [“Violencia en América”] Perspectivas Históricas y Comparativas. Un informe del personal a la Comisión Nacional de las Causas y Prevención Violencia, editado por H. D. Graham & T. R. Gurr, Vol. 1, Washington D.C. 1969, Pág. 5. Éste trabajo de aquí en adelante será llamado VIA.
5 VIA, Vol I, Pág. 7
6 A. Q. Lodhi and C. Tilly “Urbanization, Crime, and Collective Violence i 19th-century France:” American Journal of Sociology, [“La urbanización, Crimen, y Violencia Colectiva siglo 19 Francia:” Periódico Americano de Sociología”] Vol. 79, 1973, p 296.
7 Lynn McDonald, “Theory and evidence of rising crime in the nineteenth century,” The British Journal of Sociology, [“Teoría y evidencia del crimen ascendiente en el decimonoveno siglo, Periódico Británico de Sociología”] Vol. 33, 1982, Pág. 406.
8 Roger Lane, “Urbanization and Criminal Violence in the 19th century: Massachusetts as a test case” [“La urbanización y Violencia Criminal en el siglo 19: Massachusetts como un caso de prueba” VIA, Vol 2, Pág. 366. Así, como señala Lane, “a largo plazo la urbanización ha tenido un establecimiento, literalmente civilizando, y tenido un efecto en la población involucrada”. (Ibíd., Pág. 359.)
9 Gwynn Nettler, profesor de sociología en la Universidad de Alberta, Canadá, da el siguiente cuadro global: “Los crímenes serios han aumentado en la última década o dos en los países ricos y pobres, ‘en territorios desarrollándose’… Durante este tiempo, el crimen probablemente ha disminuido o ha permanecido estable entre dos categorías diferentes de países: (1) aquellos bajo regla totalitaria fresca y (2) aquellos que han podido canalizar la “Influencia Occidental’ de tal forma que el control del grupo primario se mantiene.” —Explaining Crime, [“Explicando el Crimen”], 2da cada uno., (Nueva York, 1978), Pág. 20.
10 Nettler, Págs. 20, 21
11 Sir Leon Radzinowics y Joan King, The Growth of Crime (El aumento del crimen) Londres, 1977, Págs. 10, 11.
El criminalista estadounidense J. S. Cockburn, escribiendo ese mismo año, comenta sobre la presente “ola criminal” en una vía similar: “El crimen para nuestra generación se ha vuelto algo común. Condicionado por un bombardeo de ‘estadísticas’ criminales, tendemos a elevar las proporciones del crimen como un monopolio peculiar y en lo que se relaciona al vigor de la ley, como la pena capital y el control de las armas de fuego, y en alguna magnitud el precio natural para, nuestra moderna sociedad industrializada. Sin embargo, vista bajo una perspectiva histórica más amplia, que nuestra preocupación sobre el crimen parece menos novel. La mayoría de los ingleses del siglo decimonoveno se convencieron que el crimen había aumentado más que nunca antes; los comentaristas del siglo dieciocho estaban completamente alarmados por lo que ellos vieron como una marea creciente de criminalidad violenta; y quejas sobre violaciones inminentes de leyes y el orden que puntuaron en la edad media. Sobre el aumento en el crimen y la maldad informada de muchos países a finales del decimosexto, Cockburn comenta que: “Las tendencias eran aparentemente universales”. (Crime in England [“El crimen en Inglaterra”] 1500 1800.Princeton, Nueva Jersey, 1977, Pág., 49.)
12 VIA, Vol. II, p. 628.
13 Science [“Ciencia”], Diciembre 1984, Págs. 43, 46. Dos terceras partes de todos los homicidios (asesinato el homicidio involuntario árido) en los Estados Unidos se cometen con armas de fuego, que se explican por el hecho que “los estadounidenses poseen más armas por cápita que cualquier otros individuos en el mundo.” (Ibíd. la Pág. 46)
14 Aunque éstos muestran unos espantosos aumentos, ellos también son un poco confusos. ¡Durante la década del 1960 al 69 La revista ¡Despertad! del 8 de mayo de 1970, dice en la página 9 qué: “Desde 1960 los delitos graves en los Estados Unidos han aumentado en 88 por ciento”. Sin embargo, en La Atalaya del 1º de abril de 1973 se “subieron 148 por ciento”, (página 198) Todavía más impresionante son las proporciones mostradas en La Atalaya del 15 de septiembre de 1983 afirmando qué: “¡El número total de delitos graves que se informaron en los Estados Unidos aumentó en más de 1.000 por 100 entre 1935 y 1980”. (Página 6) La mayoría de aumento en estas reclamaciones deben de haber ocurrido desde el 1960, siendo que las cifras dadas por la Sociedad Watch Tower indican un aumento de sólo un 77 por ciento hasta ese año!
15 VIA, Vol. II Pág. 372. Sophia M. Robinson de la Escuela de Columbia de asistencia social incluso declaró que “las cifras del FBI ni siquiera valen lo que cuesta el papel en que ellas están impresas”. (Ibíd., Pág. 372.)
16 Charles E. Silberman, Criminal Violence, Criminal Justice (Nueva York, 1978), Pág. 448.
17 Ramsey Clark, Crime in America (Cassell & London, 1971), Pág. 45
18 Nettler, pp. 70, 71. El creciente aumento en la disposición para informar por lo menos en parte explica el aumento en las estadísticas del crimen de violación en los recientes años. Se supone que el movimiento de liberación femenina haya jugado una parte importante en esto. (Nettler, Pág. 56; Silberman, Pág. 452.) Aunque un número alto de violaciones no se informa, también hay evidencia para mostrar que muchos informes de violación son infundados. ¡De todas las violaciones informadas en 1968, por ejemplo, que el 18 por ciento, de las investigaciones, se encontró que no tenían fundamento! (Clark, Pág. 46)
19 El ejemplo de los informes policíacos de Nueva York se ha hecho casi clásico: “Las cifras sobre los crímenes, que el FBI cedió, parecieron ser notablemente bajas. Verificándolas se encontró que en 1950, por ejemplo, el número de crímenes contra las propiedades informado por la policía fue la mitad aquellos informados privadamente por compañías de seguros… Siguiendo un estudio por Bruce Smith especialista policiaco, un nuevo sistema de grabación central fue instalado… En un año siguiendo ese cambio, los ataques subieron 20C por ciento, los robos subieron 400 por ciento, y los escalamientos a un 1,300 por ciento por encima de las cifras del 1948. Como concluyó Smith: “Tales sorprendentes alzas… en sí no representan un aumento del crimen, sino una enorme mejora informando los crímenes.” (Daniel Bell, The End of Ideology, Glencoe, Illinois, 1960 Págs. 138, 139.) ¿Mejoras similares como estas en el sistema de información han creado otros “aumentos de papeleo? Un ejemplo de esto es en Filadelfia entre 1951 y 1953 y en Chicago en 1960. (Bell, Pág.138; Silberman, Pág. 449.) Un tipo de aumento artificial diferente de crimen involucró el latrocinio, éste se definió como robar una propiedad valorada en más de cincuenta dólares. El aumento de este crimen era en parte durante muchos años fue causados por la inflación. Muchos artículos que originalmente valían menos de cincuenta dólares, tarde o temprano sobrepasaron el precio de cincuenta dólares, éste se agregaba a las estadísticas cuando se cometían el robo. (Clark, la Pág., 53.) El robo definido como el latrocinio no fue redefinido hasta el 1973.
20 Por ejemplo, en 1958, el sistema estadístico completo se reparó totalmente, después de que el Negociado “no considera las estadísticas para antes y después del 1958 fueran cifras completamente factibles [¡intercambiables!].” (VIA, Vol. II, Pág. 376.)
21 VIA, Vol. II Págs. 380, 381; Silberman, Pág. 449.
22 V/A, Vol. II, Págs. 381 385; Silberman, Pág. 449. No obstante todavía hay grandes discrepancias entre los informes del FBI y las encuestas sobre el crimen nacional que son difíciles de explicar. (Vea L. E. Cohen & la K. C. Land, Discrepancies Between Crime Reports and Crime Surveys [“Discrepancias Entre los Informes del Crimen y las encuestas sobre el Crimen”]: Vol. 22 Núm. 4, noviembre 1984 en 499 529.)
23 Silberman, Pág. 30
24 Silberman, Pág. 28; VIA, Vol. II, Pág. 375.
25 Ibíd.
26 El homicidio criminal en los EE.UU., superó los 20,000 tan temprano como el 1974. ¡Como este fue el doble en número de asesinatos en 1965, la revista ¡Despertad! del 22 de febrero de 1976, esperó que: “Si el aumento sigue a ese paso habrá más de 40.000 matanzas al año para principios de la década de los ochenta.” (Página 3.) Nada que se pareciera a esto tuvo lugar. Las proporciones del asesinato a principios del 1980 todavía eran aproximadamente iguales a las del 1974. ¡Desde entonces ha disminuido!
27 Colin Wilson, A Criminal History of Mankind [“Una Historia Delictiva de la Humanidad”] (Londres, 1985), Págs. 4, 6. Cierto, Wilson también dice, en referencia a la erupción de la Segunda Guerra Mundial que el mundo en ese momento “explotó en una época incomparable de asesinatos, crueldad y violencia” (página 5). Pero ésta declaración no se refiere al crimen social ordinario, sino, principalmente al derramamiento de sangre durante la guerra. Como se mostró en el capítulo de las guerras, las cifras de muertes durante la Segunda Guerra Mundial era sin paralelo si se medían en los números absolutos, pero no si se medían en la proporción de toda la población.
28 John Bellamy, Crime and Public Order in England in the Later Middle Ages [“El crimen y Orden del Público en Inglaterra a finales de la Edad Media”] (Londres y Toronto, 1973), Pág. 1.
29 Ibíd., Pág. 1
30 Silberman, Pág. 23
31 Bell, Págs. 137, 155.
32 Silberman, Págs. 21, 22.
33 La criminología histórica es una nueva disciplina. La primera conferencia sobre el asunto fue sostenida tan recientemente como en febrero de 1972. (Nor disk Tidskrift for Kriminalvidenskab, Vol. 61, Hefte 3. 4., 1973, Pág. 285.)
34 El abogado Fred P. Graham en VIA, Vol. II, Págs. 374, 375.
35 El Profesor de historia Roger Lane en VIA, Vol. II, Págs. 359, 360.
36 Ibíd., Pág. 360.
37 Ibíd., Pág. 360. El estudio más comprensivo; “cubriendo los años desde 1849 al 1951, muestra una baja de casi dos tercios de los crímenes que el FBI clasifica como ‘mayores’.” (Pág. 360.)
38 Silberman, Pág. 22. La cita se toma de un informe por un comité del Senado estadounidense que investiga el crimen en las ciudades.
39 Bell, Pág. 155
40 Silberman, Pág. 23.
41 Silberman, Pág. 23. ¡Esto significa una proporción de asesinatos anualmente de 440 para una población de 100,000! Hoy, cuando la medida de proporciones de asesinatos en los EE.UU., es aproximadamente de un 7.9, Detroit tiene la más alta incidencia, con una suma de 39 para una población de 100,000. Como esta es la más alta del mundo, a Detroit se le ha dado el título de “la capital mundial del asesinato”. (Nettler, Pág. 24.) Sin embargo, estos están muy por debajo de las proporciones de muchas ciudades y lugares del pasado. ¡Por ejemplo, en el período de 1680 al 1720, Córcega tenía 900 homicidios anualmente con una población de 120,000, lo que significa una proporción anual de 750 para una población de 100,000 habitantes! (P. Arrighi, Histoire de la Gorse, Toulouse, Pág. 275.) En algunos estados durante el siglo 19 América tenía una proporción de asesinatos que superaba la de Detroit al presente. En su estudio sobre asesinatos en Texas para mediados del año 1865 a mediado del 1868, Barry A. Crouch muestra la proporción de los asesinatos anualmente en éste estado de haber sido por lo menos de 40 para una población de 100,000 durante este período. (El periódico de Historia Social, de Pittsburgh, Pennsylvania, del Invierno de 1984, Págs. 218, 219, 229.)
42 Bell, Pág. 156.
43 Silberman, Pág. 3 l. También compare la página 19.
44 Lodhi y Billy, “Urbanization, Crime, and Collective Violence in 19th century France:’ American Journal of Sociology, [“La urbanización, el Crimen, y Violencia Colectiva en Francia durante el siglo 19: Periódico estadounidense de Sociología”], Vol. 79, 1973, Pág. 297.
45 Lodhi y Tilly Pág. 296.
46 Lodhi y Tilly, Pág. 301. Desde el 1970 los crímenes serios han estado aumentando. (Nettler, Pág. 20)
47 En Suecia los crímenes serios mostraron un marcado aumento después de aproximadamente el 1950. Pero un cuidadoso estudio por Hans von Hofer publicado en 1984, cubriendo el período del 1750 al 1980, revela que los robos en 1850 sobre pasaban ese nivel hasta aproximadamente el 950 y entonces aumentaron grandemente durante dos décadas. El asesinato y el homicidio involuntario, también, han estado aumentando en Suecia desde la Segunda Guerra Mundial, pero todavía están muy por debajo de algunos períodos en el siglo 19. Según comparado con el último siglo, los ataques muestran una disminución más conspicua. (Vea a Hanns von Hofer, Brott och straff SCB, Sverige, SCB, Estocolmo, 1984, Págs. 5:6 y el Diagrama 3:3 y 5:5.) El aumento en los robos puede ser en parte debido al aumento de información. Hofer señala qué, después de la introducción de subastas de seguros a hogares familiares, éstos se han construido especialmente desde 1950, abarcando el 91% de todas las casas en Suecia en 1978. Siendo que las compañías de seguros sólo pagan cuando los casos de robos son informados a la policía, el número de robos informados ciertamente ha aumentado grandemente desde 1950. Por otro lado, Hofer nota que hoy en día hay mucho más para robar que en el pasado. Sobre la cubierta de 515,000 robos informados en Suecia en 1981 estos se refieren a vehículos de motor, bicicletas, y ratería en las tiendas. (von Hofer, Págs. 3:2, 9f) Estudios recientes indican que normalmente los crímenes violentos han disminuido con el más alto desarrollo económico, mientras los crímenes contra propiedades tienden a aumentar. (The Development and Change magazine [revista “El Desarrollo y el Cambio”], Vol. 13, Núm. 3, julio 1982, Págs. 447 462; Sociology and Social Research, [“La sociología y la Investigación Social”], Vol. 70, Núm. 1, 1985, Págs. 96, 97.
48 El aumento que empezó a finales del 1970 se ha detenido subsecuentemente por la aplicación de medidas más severas. Vea la revista ¡Despertad!, del 22 octubre de 1974, Págs. 5 a 9, y la revista Awake! Del 8 de marzo de 1984, Págs. 29, 30.
49 Encyclopaedia Britannica, Macropaedia, I 5th ea., 1980, Vol. 4, p. 360.
50 La revista Time, del 8 de abril de 1985, Págs. 35, 37. En Suecia la curvatura de crímenes serios empezó a mostrar una tendencia descendente aproximadamente para el 1970. (von Hofer, página 5:6 y el Diagrama 5:5.)
51 Lynn McDonald, Pág. 41 NUNCA ANTES en la historia ha habido tantas noticias informativas. Y los medios de comunicación como la TV, la radio y los periódicos parecen estar más preocupados con las malas noticias. Cada persona todos los días consigue que su mente sea inundada con una dosis concentrada de las últimas miserias y los males en diferentes partes del mundo.